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DAVID HIDALGO |
Merece ganar más de lo que gana, pierde más de lo que merece. La satisfacción latente entre sus aficionados no se explica desde los números, sino desde las entrañas. Quizás desde el buen gusto. De otro modo, resultaría difícil entender cómo un equipo que pierde cuatro partidos de seis -incluidos los tres que ha disputado hasta la fecha como visitante- encuentra la comprensión y el visto bueno de su hinchada. Cierto es que cinco años tan recientes como el ayer en el 'infierno' de Segunda bastan para curar casi cualquier mal en Primera, pero también lo es que el rendimiento del equipo de Paco Herrera lejos de Balaídos dista de ser aceptable. No en vano, hacía treinta años que el Celta no perdía en sus tres primeras salidas. En la temporada 1982/83, también en Primera, el conjunto que entonces dirigía Milorad Pavic cayó en sus cuatro desplazamientos iniciales. Acabó descendiendo a Segunda.
El Celta es hoy un equipo contradictorio, tal y como volvió a quedar reflejado el domingo en Los Cármenes. Apenas sufre en defensa, pero encaja demasiados goles. Crea mucho peligro en ataque, pero le cuesta transformar sus ocasiones. Todo lo bueno que hace en el campo tiene menos peso en el resultado final que sus errores, tan escasos como determinantes. Quizás por ello el equipo siente que el camino es el correcto. Sólo falta afinar, explica el capitán, Borja Oubiña. 'A día de hoy, generamos más ocasiones que el rival, pero en el balance no estamos ganando, no estamos sumando fuera de casa. Hay que seguir insistiendo en el trabajo que venimos haciendo todas las semanas para minimizar al máximo las ocasiones del rival y, por nuestra parte, seguir produciendo el juego que hacemos', explica.
San Sebastián fue la primera parada del Celta esta temporada. Fue, seguramente, el peor partido que los vigueses han disputado hasta la fecha. Cayeron 2-1 contra la Real Sociedad, aunque llegaron incluso a adelantarse en el marcador sin merecerlo. Fue la excepción que confirma la regla. Mejoró su aportación en Valencia, pero volvió a caer 2-1 víctima de su poco acierto. Y la historia se repitió este domingo en Granada. Tres salidas, tres derrotas, cero puntos. Pero el grupo, dice Oubiña, se lo toma con filosofía. 'No te puedes preocupar porque el juego y las ocasiones las tienes, ya llegará el día en que las metas. Sólo tenemos que preocuparnos de insistir en las cosas que estamos haciendo bien y en esos momentos malos de los partidos que seguiremos teniendo, porque el rival también juega, intentar que no nos hagan gol. Tenemos que coger ciertos hábitos para que el rival se sienta cada vez más incómodo y nos haga menos ocasiones', insiste el centrocampista vigués.
En treinta años, nunca el Celta había sumado tan poco -nada, hoy por hoy- en sus primeros desplazamientos. Ni siquiera en sus peores campañas. Por ejemplo, en sus dos últimos descensos empezó con dos empates y una derrota -temporada 2003/04- y con un triunfo, un empate y una derrota, en la campaña 2006/07.
En estas tres décadas fue capaz incluso de hacer pleno en más de una ocasión. Lo consiguió, por ejemplo, en la campaña 2010/11, ya con Paco Herrera en el banquillo, cuando derrotó de manera consecutiva a Numancia (1-3), Tenerife (0-2) y Huesca (1-2). También en el ejercicio 2002/03, en el que Miguel Ángel Lotina clasificó al equipo para la Liga de Campeones por primera y única vez en su historia. Sevilla (0-1), Recreativo (0-3) y Valencia (0-1) fueron las primeras víctimas de los vigueses fuera de casa.
Para encontrar una estadística tan negativa en cuanto a resultados como la actual hay que remontarse al curso 1982/83, hace exactamente treinta años. Milorad Pavic, que había subido al Celta de Segunda B a Primera en dos años, no fue capaz de mantener al equipo en la máxima categoría aquella temporada. El conjunto de Maté, Atilano, 'Nené' Suárez, 'Pichi' Lucas y compañía tuvo un mal año desde el principio. De hecho, no ganó su primer partido hasta la octava jornada ?2-0 en Balaídos ante el Salamanca? y perdió en sus cuatro primeros desplazamientos, en los campos del Sevilla (1-0), el Atlético (5-2), Málaga (1-0) y Racing (2-0), racha que corrigió en su quinta salida frente al Betis (0-1).
'Quizás hay que esperar más tiempo para sacar conclusiones, pero cuando el rival está un pelín mejor que nosotros, nos están haciendo goles', analiza Oubiña al reflexionar sobre las tres derrotas encajadas esta temporada. Toca corregir el camino, aunque no será sencillo por la entidad de los próximos destinos: Santiago Bernabéu y Camp Nou.
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