El mismo plan de seguridad de hace seis meses


RICARDO GROBAS
El sábado la pasión inundará Galicia por culpa del derbi entre el Celta y el Deportivo que se disputará en Balaídos y que se confía en que sea mucho más tranquilo que los de la pasada temporada. De todos modos el dispositivo de seguridad será similar al de hace unos meses.

Balaídos volverá a ser este fin de semana escenario de un partido de máximo riesgo con motivo del derbi entre el Celta y el Deportivo, pero a diferencia de la intranquilidad que existía hace un año hay una gran confianza en que todo se desarrolle con absoluta normalidad.

De todos modos, los responsables de la seguridad ultimarán hoy en la Comisaría de Vigo los detalles del dispositivo que se desplegará en Vigo durante el sábado. No diferirá en mucho del organizado hace seis meses con motivo del enfrentamiento ante el Deportivo. En aquella cita seiscientas personas velaron por la seguridad de los casi treinta mil aficionados que llenaron el estadio. La cifra será similar el próximo sábado con la particularidad que existen menos motivos para la inquietud.

En el último derbi jugado en Balaídos fueron casi dos mil los aficionados del Deportivo que se desplazaron a Vigo para vivir el duelo. En esta ocasión sin embargo el número, aunque no es definitivo, será menor. Se calcula que en el más optimista de los cálculos serán 900 los deportivistas que acudan a Balaídos aunque para eso tienen que terminar de vender las entradas que han puesto a la venta en las dependencias del club herculino. Ayer apuntaban desde A Coruña que aún restaban doscientas localidades por colocar con lo que no parece seguro que el número de deportivistas en Vigo sea de novecientos.

El proceso de llegada de los aficionados coruñeses no será como hace seis meses cuando llegaron en su mayoría en tren y cruzaron la ciudad a pie hasta llegar a Balaídos y del mismo modo regresaron a la estación. Las peñas que viajan en esta ocasión tienen preparado el desplazamiento en autocar. Se trata de gente controlada en todo momento. En este sentido, otro de los motivos que generan bastante tranquilidad es que los Riazor Blues, la peña radical del Deportivo, ha decidido no acudir a Balaídos con lo que las fuerzas de seguridad también se quitan de encima uno de los hipotéticos dolores de cabeza al tratarse de la agrupación de aficionados que les obliga a extremar las medidas de seguridad con el fin de evitar cualquier contacto con los hinchas locales.

Uno de los factores que invitan al optimismo tiene que ver también con los cambios introducidos en el propio estadio de Balaídos para mejorar la seguridad de un recinto que está completamente anticuado y que en muchos sentidos no cumple con el mínimo exigible. La desaparición del foso ha evitado muchos problemas porque hace más fácil el acceso a la grada en caso de cualquier emergencia e incluso la evacuación. Balaídos es un campo mucho más cómodo para el trabajo de las fuerzas de seguridad y en días como el del sábado se agradece especialmente.

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