![]() |
VERÓNICA MARTÍNEZ |
Enrique de Lucas (Hospitalet de Llobregat, 1978) es una 'rara avis' en el vestuario del Celta. Atesora la experiencia de la que carecen la mayoría de sus compañeros. Siete clubes, tres países y 148 partidos en Primera División contemplan su trayectoria. Sabe lo que es jugar en campos como el Santiago Bernabéu o el Camp Nou, las dos próximas salidas del Celta, y asume que el final de su carrera está cada vez más cerca. Precisamente por ello dice disfrutar más que nunca de cada minuto de una profesión que le ha enseñado su mejor y su peor cara pero que, afirma, siempre te da la oportunidad de la revancha.
- ¿Cómo se encaran los partidos en el Bernabéu o en el Camp Nou?
- Igual que cualquier otro. Si cabe, tienes algo menos de presión porque la distancia entre los equipos a veces es demasiada y en este caso la hay y la asumimos. Son partidos que esperas en el calendario, en los que quieres demostrarte a ti mismo que eres capaz de competir a ese nivel y contra esos jugadores.
- ¿No se viven de otro modo los días, las horas o los instantes previos?
- Cuando aparca el autobús, sales de él y entras en el estadio, ahí es cuando realmente lo disfrutas. El entorno, el campo en sí, cómo se va llenando en el calentamiento. Y una vez que pita el árbitro, estos partidos, sobre todo si son calientes, son especiales porque no escuchas a nadie. No eres capaz de oír ni siquiera al compañero que tienes a un metro por el bullicio. Además, los rivales son de lo mejorcito del mundo y, por lo menos en mi caso, se disfruta muchísimo.
- ¿La diferencia entre Real Madrid, Barcelona y el resto es ahora mayor que hace unos años?
- Siempre ha habido diferencias, pero se están acentuando, sin duda. Tal y como está diseñada la Liga, unos pueden reforzarse a un nivel muy por encima de los demás. El resto se cambian jugadores entre ellos, pero es difícil fichar a los que realmente crean superioridad.
- ¿Esta distancia favorece o perjudica al fútbol español?
- No favorece para nada. Cuantos más equipos haya en la lucha por un campeonato, más se enriquece.
- ¿Ve realmente posible ganar en el campo del Real Madrid o el Barça?
- A día de hoy, con los arbitrajes que hay y en campo contrario… La esperanza siempre cabe. El porcentaje es pequeño, pero no cero.
- ¿Condiciona arbitrar en el Bernabéu o en el Camp Nou?
- Claro. Has de encontrarte con un árbitro muy descarado, aunque afortunadamente hoy en día los hay en el arbitraje español. Pero es muy difícil y además nos perjudica mucho que el Madrid esté a ocho puntos del Barcelona porque a todo el mundo le interesa que se recorten esos ocho puntos. Al Real Madrid y a la competición.
- ¿Qué le parece Jose Mourinho?
- Como entrenador, hay pocos calificativos positivos que añadir. Dicen que cuando se retire no va a dejar nada en el fútbol, pero yo creo que todo lo contrario. Si algo nos enseña es que no sólo hay un camino para jugar al fútbol y que el que él elige es muy válido. Es muy divertido ver al Real Madrid cuando juega bien.
- ¿Y Mourinho como personaje?
- Crea mucha polémica por todo lo que dice y hace, pero personalmente me gusta. Creo que lo hace bien y sabe manejar un vestuario complicado y todo lo que conlleva el Madrid más allá del fútbol.
- ¿Cómo afronta su regreso a Primera División después de cuatro temporadas en Segunda?
- Disfrutándolo más si cabe porque uno no es tonto y sabe que le quedan pocas oportunidades para disfrutar de este ambiente, de este entorno, de esta profesión. Me ha llegado la hora de disfrutar de cada momento, ya sean partidos enteros, 20 minutos, 15 o 10. Lo que haga falta. En mi mente ya no está el exigir según qué cosas, ni mucho menos. Todo lo contrario, se trata de disfrutar el instante, el momento.
- ¿Le da menos importancia a ser titular o no, jugar más o menos minutos, que hace algunos años?
- Sí. No diría que es secundario, pero está muy por debajo de lo que supone disfrutar del momento.
- ¿Durante esta última etapa en Segunda, llegó a pensar que no volvería a jugar en Primera?
- Siempre se piensa. Sobre todo porque en Segunda juegas muchas veces en horarios que luego te permiten ver estos partidos y piensas que podrías estar ahí, que ojalá llegue ese día. Pero el fútbol, si no te devuelve todo lo que te quita, sí te da bastante, siempre te da la revancha. Y en mi caso es el momento de disfrutar de lo que está pasando.
- ¿La diferencia entre Primera y Segunda es grande o abismal?
- Es el mismo deporte, pero no es comparable. No vas a visitar las mismas ciudades, no vas a jugar en los mismos campos, no vas a enfrentarte a los mismos rivales. Y lo que envuelve los partidos tampoco es lo mismo, lo que haces y lo que dices, o lo que no haces y lo que no dices, es mucho más mediático. Es otro circo dentro del gran circo del fútbol.
- Y se disfruta más la Primera…
- Sin duda. Es que en Segunda no se acaba de disfrutar. En nuestro caso sí porque ascendimos, pero siempre hay algo más arriba, una categoría por encima, y hasta que no estás ahí no alcanzas lo máximo. En Segunda es difícil disfrutar el momento. Trabajas para llegar a este momento.
- ¿Cuando llega, siempre se disfruta?
- Sí, siempre.
- ¿Lo veía así cuando era más joven?
- No. Eso te lo da la experiencia, el haber jugado partidos y con compañeros de un gran nivel que te permiten ver la otra cara del fútbol. Cuando te vas haciendo mayor, te das cuenta de que eso es un privilegio, y cuando eres más joven, lo ves de una manera más irracional.
- ¿Ahora que es uno de los veteranos de una plantilla muy joven, trata de inculcarle a los debutantes que disfruten de la oportunidad?
- Ellos lo intentan hacer a su manera, pero sus pensamientos y sus conclusiones son mucho más viscerales. No piensan en el largo plazo. Todo es más momentáneo, más intenso, no se quedan con el gusto del caramelo dentro de la boca. Se lo tragan directamente. Cuando te haces más mayor y tienes ya cierta experiencia, aprendes a saborearlo y hasta que no se acaba, no te lo has tragado.
- ¿Cuando mira hacia atrás, se siente satisfecho con su carrera?
- A nivel personal, mucho. Soy quien soy como persona por haber tenido ese tipo de experiencias. Tanto las buenas como las malas, de las que he aprendido casi más que de las buenas. A nivel futbolístico, siempre me quedará el resquemor de haber vuelto de Inglaterra en un momento en el que no debía. Pero no dependía solamente de mí, con lo cual no me puedo achacar según qué decisiones. A lo largo de una carrera no siempre decides tú.
- Cuando repasa su trayectoria, siempre destaca ese año en el Chelsea (2002/03). ¿Tan intenso e importante fue, tanto disfrutó?
- Sí, lo disfruté mucho y crecí muchísimo como jugador y como persona. Además, estaba muy a gusto en el club y el club muy a gusto conmigo. Tenía tres años más de contrato habiendo entrado en Liga de Campeones, a lo que hay que añadir el crecimiento exponencial que tuvo el club con la llegada de Abramovich y una serie de jugadores. Siempre me quedará el saber qué hubiera podido pasar. Luego, cuando acabas un contrato, siempre puedes ir a un sitio o a otro, pero aquél fue un momento clave futbolísticamente hablando.
- En una época, además, en la que no era tan habitual ver a futbolistas españoles en el extranjero.
- No, entonces era una excepción. Ahora no, y creo que cada vez será más normal que los jugadores con talento se vayan fuera. Le va a venir bien al fútbol español.
- Antes de irse al Chelsea estuvo también en Francia, en el PSG. ¿Por qué daba el paso cuando la mayoría no se iba al extranjero?
- Seguro que muchos querían pero no lo hicieron por temas personales. Por ejemplo, cuanto tienes niños, cuando tienes una familia en una profesión como la nuestra, a veces es complicado tomar decisiones. En mi caso siempre he tenido esa facilidad para trasladarme o irme casi donde me ha apetecido. No tuve ningún problema en ese sentido. Es más, quise hacerlo.
- ¿Si el del Chelsea fue el mejor año de su carrera, los peores fueron los del Alavés?
- Sí, sobre todo los dos últimos. El primero fue complicado por el shock que supuso venir de la Premier a Segunda y, además, fallecieron compañeros dentro del organigrama del club. Fue difícil. Pero los dos últimos fueron peores todavía, no cobrábamos y se nos achacaban muchas cosas en las que al final la justicia nos ha dado la razón.
- Le tocó vivir la peor cara del fútbol, ésa que últimamente están sufriendo tantos futbolistas.
- Fui de los pioneros en ese sentido, pero ahora somos muchos los que hemos vivido esa situación. En esa época no había golpeado la crisis como ahora, simplemente hubo decisiones del que entonces era el presidente (Piterman) por las que al final fue declarado culpable. Ahora es más comprensible por todos los problemas que hay a nivel nacional no sólo en el fútbol, sino a todos los niveles.
- Ha habido casos de equipos con impagos que han obtenido buenos resultados, pero debe ser complicado rendir al mismo nivel cuando no cobras y, en algunos casos, hay jugadores a los que les cuesta llegar a fin de mes.
- Es difícil entenderlo y explicarlo, también. A nivel de la calle, que comprendan que un futbolista puede tener problemas económicos cuando está en activo es difícil, pero eso existe y es cierto. Al final, cada uno, por consejos de quien sea, toma decisiones a la hora de gastar o no gastar y, cuando estás a un nivel en el que los gastos a veces son altos, pues pasa lo que pasa y si no se cobra, más todavía.
- ¿Llegó a arrepentirse en algún momento de dejar el Espanyol, el club que le dio la oportunidad de ser profesional?
- Arrepentirme no. Era un momento en el que tenía que tomar una decisión y yo creo que fue acertada porque luego he crecido mucho, aunque tampoco sé qué hubiera pasado allí. Quizás la manera no fue la mejor para todos, pero el club estaba en un momento complicado a nivel económico y se tomaban decisiones en base a según qué nombre o número llevabas en la camiseta. No era justo y al final uno tomó la decisión pensando en sí mismo. Pero bueno, hace ya mucho de eso y yo le guardo un cariño especial al Espanyol, aunque nunca he podido volver y ahora no creo que lo vaya a hacer… como jugador.
- No responde al perfil de futbolista que se pasa la vida en un mismo club. ¿Cree que se disfruta más el fútbol si lo vives en equipos, ciudades y países diferentes?
- El fútbol no sé, pero sí le puedo decir que al cambiar le das una vuelta de tuerca a lo que eres tú como persona y como jugador. Los cambios siempre son buenos. Aunque te vaya mal, al final lo ves de una manera positiva y te hacen ser mucho más impredecible, te hace crecer. Quedan muy pocos jugadores que hagan toda su carrera en su club.
0 comments:
Publicar un comentario