 |
| ALBERTO LIJÓ |
La estrella de David Rodríguez se difumina poco a poco, se apaga sin que nada o nadie parezca capaz de salvarle. Paco Herrera le dio la puntilla, el golpe de gracia, el pasado domingo en el Memorial Quinocho, con el Wigan como rival. El técnico barcelonés, que apostó por un 4-3-3 de entrada, ubicó a David Rodríguez como punta de lanza en la banda izquierda. Y ahí, se axfisió. Recibió pocos balones porque no encontraba espacio para el desmarque, y los que recibió no los supo aprovechar. Ni una sola ocasión de gol en toda la primera parte, salvo un cabezazo a la desesperada interceptando un disparo de Bustos.
Poco o nada, y la sensación de que tiene la batería agotada justo antes de comenzar la temporada. Desconocemos si la cabeza de David está aquí, si es verdad lo que dice en prensa cuando habla de que su futuro es celeste, o si es cierto lo que dice Herrera y el club acerca de las intenciones de David de marcharse del club. Sea lo que sea, pase lo que pase, ni David parece estar aquí, ni tampoco parece tener la ayuda que necesitaría para acabar de demostrar que puede merecerse minutos en Primera.
Bien es cierto que los días de David Rodríguez tocaron a su fin cuando eclosionó Iago Aspas, y contra eso es difícil competir. Aspas encaja a la perfección en la posición de delantero mentiroso que tanto le gusta a Herrera, y además respondió con goles, con muchos, un total de 23, anotándolos además en el tramo más importante de la temporada. Contra eso poco pudo hacer David, que se encuentra ocn la misma situación en esta pretemporada. El problema es que a David solo se le puede ubicar en una posición y sufre cuánto más cerca de la línea de cal. Tampoco ha aprovechado las oportunidades que ha tenido este año jugando como delantero centro. Ahora más que nunca es evidente que la estrella de David se está apagando.
0 comments:
Publicar un comentario