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NOA BERMÚDEZ |
Horacio Gómez y Alfredo Rodríguez recurrieron sin éxito la sentencia que les inhabilita para gestionar bienes ajenos y empresas en el plazo de dos años (fallo del juicio del concurso culpable del Celta). El recurso interpuesto ante la Audiencia Provincial por los que fueran presidente y director general del Celta fue desestimado y además los exdirectivos celestes tendrán que hacer frente a las costas del proceso. Gómez y Rodríguez fueran considerados en su día responsables de «irregularidad en la contabilidad relevante para la comprensión de la situación patrimonial y financiera de la sociedad» por parte del magistrado Roberto de la Cruz, juez del Mercantil número 1 de Pontevedra que instruyó el proceso concursal del Celta en su última fase.
El 6 de julio del pasado año Horacio Gómez y Alfredo Rodríguez, fueron condenados a una inhabilitación de dos años como responsables de irregularidades contables relevantes durante su gestión al frente del Celta, que según el análisis de los administradores concursales estaba en causa de disolución desde el año 2002 y que sin embargo siguió operando con prácticas contables «poco heterodoxas» durante su gestión.
Días después los dos inculpados anunciaron su intención de recurrir la sentencia por entender que ellos no habían sido responsables de la quiebra del club y que durante su época se había ceñido a las normas económicas que regían en el seno del fútbol español. Un año después, la Audiencia Provincial ha desestimado por completo su recurso y tanto Horacio Gómez como Alfredo Rodríguez tendrán que cumplir el año que todavía tienen pendiente de inhabilitación para regir cualquier clase de empresa o bienes ajenos.
Maquillaje de resultados
Cuando el concurso de acreedores del Celta fue declarado culpable, el magistrado les responsabilizó de no provisionar las actas de Hacienda cuando era necesario, de meter en el balance a Catanha cuando ya no era jugador del Celta para maquillar la cuenta de resultados, de activar la cantera cuando no aparecía en ningún epígrafe financiero de la época, y también, de no reflejar en las cuentas las primas por el penúltimo ascenso y la clasificación para la UEFA del año 2006, pactadas con los jugadores y que no aparecían por ningún lado. Asimismo les acusaba de computar en un balance un convenio a cuatro años con Caixanova. El Celta había entrado en concurso con 69 millones de deuda y en la actualidad sus números rojos están por debajo de los 30 millones.
La Voz de Galicia
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