Corazón isleño, sangre celeste


IÑAKI ABELLA 
Cada domingo que el Celta de Vigo juega en casa, al menos un autobús, cruza el puente de A Illa unas horas antes en dirección a Vigo cargado de optimismo y ganas de respaldar al equipo. En él viaja parte de los Carcamáns, la peña celtista del municipio que ya ha alcanzado los 600 socios, cifra que puede quedarse corta con el inicio de la temporada. La peña, la más numerosa del Celta en estos momentos, nunca ha dejado de lado al equipo, e incluso, ha extendido el sentimiento celtista fuera de las fronteras del pequeño municipio arousano.

Nació como nacen la mayor parte de estas cosas, alrededor de un café en un bar, el antiguo Alameda, donde se juntaron una serie de amigos con una pasión común, el Celta de Vigo. Aquello fue en 1998, la segunda vez que los celestes se asomaban a Europa y el inicio de lo que fue la fructífera etapa de Víctor Fernández que llevaría al Celta a los mejores escenarios futbolísticos del continente. 

En su primera temporada, tan solo eran 96 isleños los que se inscribieron en la peña celtista. Hoy son 600, unos 500 de A Illa, y su cifra continúa subiendo, sobre todo a raíz del ascenso de la entidad viguesa a la 1ª División, superando ampliamente el 10% de la población del municipio en la que están asentados, algo de lo que no pueden presumir muchas peñas. Desde que se creó, prácticamente a todos los encuentros que ha jugado el Celta de Vigo, al menos un autobús, recorría cargado de ilusiones la distancia que separa A Illa de Balaídos, incluso en los peores momentos: los cinco años que permaneció el equipo en la 2ª División. No hay una edad definida para sus socios, ya que este año hay desde niños de dos años hasta jubilados a los que une solo una pasión, ver jugar al Celta en Balaídos.

Su primer presidente fue Arturo Nieto, aunque en el 2001 comenzó su periplo el actual, Belermo Dios, que durante más de una década, interrumpida solo durante una temporada por cuestiones personales, se ha mantenido al frente de la misma con un nutrido grupo de colaboradores que han logrado lo que parecía imposible, superar su número de socios cada año a pesar del descenso al infierno. 

Tras la Cofradía son la entidad que mayor número de socios posee en un municipio que apenas supera los 5.000 habitantes. Sus tentáculos se han extendido prácticamente por toda la provincia de Pontevedra, ya que cuentan con socios en Vigo, Marín, Vilagarcía, Pontevedra o Caldas, pero eso no les impide mantener su marcado carácter isleño. La cifra de 600 les ha permitido convertirse en la peña con mayor número de socios del Celta, repartiéndose por varias de las gradas de Balaídos.

La peña cuenta con 65 carnés directos al estadio que les permite sortear entre sus socios sin abono anual dos partidos, ya que la intención es que todos y cada uno pueda acudir a Balaídos en algún momento de la temporada.  Precisamente hoy se celebra una asamblea de socios en el salón de plenos del Concello de A Illa a alas 20,30 horas en el que, además de celebrarse el sorteo de los partidos, también está previsto decidir cuales son los viajes que se van a realizar a lo largo de la temporada que empieza el próximo sábado. Entre ellos es un desplazamiento obligado al estadio de Riazor para jugar contra el eterno rival, el Deportivo de A Coruña, aunque también podría haber viaje a lugares como Bilbao.

Faro de Vigo 

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