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| MARTA G. BREA |
Natxo Insa (Alicante, 1986) regresa con fuerza. Con las pilas cargadas y con la intención de dar un paso adelante en su segunda temporada en el Celta. Frente al Académica de Coimbra estuvo de lo más entonado en el arranque de partido, mantiendo la línea del final de temporada pasada. Este año, en un centro del campo sin ninguna variación, quiere luchar por la titularidad desde el primer día. «Estoy con muchas ganas de hacer las cosas bien, de demostrar todo lo que tengo demostrar. Quiero estar en esa línea. Terminé la temporada pasada con muy buenas sensaciones y me encantaría empezar esta vez con esa sensación de confianza», comentó en Quiaios el mediocentro. Lo que más sobresale a estas alturas es su tono físico: «Físicamente me encuentro bien, pero también se notan las piernas pesadas del trabajo, lo mismo que la ilusión de hacer las cosas bien».
En el primer experimento Insa hizo tándem, en el primer tiempo, con Vila, pero el regreso al pasado del porriñés parece originado por las dolencias de un Oubiña que todavía no puede entrenar con el resto del grupo. Todo parece indicar que Herrera apostará en el centro del campo por el cuarteto del pasado curso (ellos dos, más Bustos y Álex López que hicieron pareja en el segundo tiempo). Natxo quiere competir por la titularidad desde el primer día: «De momento estamos los mismos ahí y a competir, de momento a los que estamos, y si llega alguien más, también».
La temporada pasada el alicantino padeció el efecto guadiana. Comenzó de titular, pero poco a poco fue perdiendo protagonismo hasta pasar a un segundo plano mediado el curso. En la recta final recobró protagonismo y acabó firmando su único gol, el más decisivo de todos, porque fue el que dio la victoria de Tarragona. Un año en Vigo le ha servido para conocer de memoria la propuesta balompédica de Paco Herrera: «Nuestro estilo de juego está definido, y todo el trabajo de temporada va enfocado hacia ese aspecto y la verdad es que todo está siendo de lo más satisfactorio».
Un estilo que ya se puso de manifiesto en el primer amistoso. «La prueba del miércoles es buena porque jugamos contra un equipo que ya lleva seis o siete partidos, que está rodado y que se le nota que físicamente es muy fuerte. Hemos ganado y demostrado que el estilo está definido y que sabemos muy bien a lo que jugamos». Mañana, en el duelo con el Oporto, que será televisado por la TVG2, tendrá una nueva prueba de nivel para seguir afinando la puesta a punto de cara a la vuelta a Primera. Curiosidades del fútbol ha jugado en la élite 17 minutos con dos equipos (Valencia y Villarreal). Ahora toca saborearla de verdad con el Celta.
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