Las clausulas de la cesión de Yoel obligaron la salida de Diego Rivas

ANA BARJA

La llegada del portero del Celta Yoel Rodríguez al Lugo tuvo su primera víctima. El prometedor portero Diego Rivas, amigo y compañero en Ferrol de Álex López, ha buscado su salida del club lucense después de haber sido titular toda la temporada pasada, sólo perdiendose la final del play-off de ascenso por un golpe recibido en las semifinales ante el Atlético Baleares de Jesús Perera. El ferrolano se ha marchado al Elche para tener los minutos que no iba a tener en Lugo.

Y así es ya que el contrato de cesión del canterano celeste incluía una clausula de no alineación, por la que el Club Deportivo Lugo tendría penalizaciones en caso de que Yoel no jugará un número mínimo de partidos. Rivas al conocer dicho acuerdo, sabía que sus posibilidades de ser titular se reducían. Por ello rompió el acuerdo de renovación que tenía con la entidad rojiblanca y se marcha al Elche. Ello deja al club lucense con un hueco importante en la portería donde deberá buscar un compañero y competidor para Yoel.

El director deportivo del Lugo, Carlos Mouriz, ha criticado duramente al jugador y a su agente, Felix Gende: "Cuando entiende que hay otra cosa mejor para él dejó de besar el escudo, cogió la puerta y se marchó. No me pareció correcto la forma de actuar, tanto del jugador como de su agente", dijo un visiblemente molesto Mouriz. "No puedo entender que si tiene un compromiso con el Lugo siga negociando con otros clubes, tanto él como su agente, no me parece muy ético", resaltó.

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