MARTA G. BREA |
La concentración de pretemporada arrancó ayer para el Celta con una doble sesión de entrenamiento de gran intensidad física, aunque sin restar protagonismo al balón, que estuvo muy presente en la mayoría de los ejercicios desarrollados por el grupo. "Nuestra línea de entrenamiento es alternar trabajo con y sin balón. Normalmente dividimos a los futbolistas en grupos. Unos trabajan situaciones reales, muy parecidas a lo que sucede en un partido de fútbol, y otros realizan carreras, circuitos físico-técnicos, que no tienen parecido con lo que es el fútbol pero sí te ayudan a encontrar ese umbral de estimulación a nivel muscular y metabólico que creemos necesario para que cada futbolista llegue en las mejores condiciones a cada partido de pretemporada, que supone una carga específica muy buena para nuestra preparación, y sobre todo al primer partido de Liga", explica el preparador físico celeste, Fran Albert.
En la semana que el Celta permanecerá concentrado en Quiaios, el equipo realizará doce doble sesiones de entrenamiento, en las que se incluyen dos amistosos, el miércoles ante el Académica de Coimbra y el sábado ante el FC Porto. "La pretemporada está siendo dura en cuanto a entrenamientos, tanto por el volumen como por la intensidad. Pero hemos venido a eso aquí, a cansarnos, a trabajar duro, a preparar en muchos aspectos para afrontar desde ya el inicio de Liga", indica. Y agrega: "Los jugadores aprovecharon bien las cinco semanas de descanso que tuvieron entre una temporada y otra. Han venido bien para empezar a trabajar, pero cada día tenemos que mejorar".
El preparador físico del Celta admite que la pretemporada nunca es fácil de asimilar para los futbolistas. "No son semanas fáciles para los jugadores debido a la frecuencia de entrenamientos, pero es una barrera que debe ser superada por cada uno de ellos y por la gente que les rodea, que tenemos que apoyarles para seguir creciendo", apunta. La carga de trabajo, sin embargo, irá decreciendo a medida que se acerque el reestreno liguero en Primera, el próximo 18 de agosto en Balaídos ante el Málaga. "La mayor frecuencia de sesiones de la temporada la acumulamos ahora. La mayor parte de los días trabajaremos dos sesiones. Será así hasta que empiece la Liga, cuando habrá una única sesión, con entrenamientos de más calidad para que el futbolista recupere esa frescura que a día de hoy no tiene. Cuando acumulas metros, aceleraciones, frenadas, saltos, chuts, pases, etc. notas que las piernas se encuentran más pesadas, cuesta arrancar cada día", comenta.
El esfuerzo, añade Albert, es el principal valor que él tratará de inculcar al grupo durante la pretemporada. "Hay que trabajar con humildad, sacrificarse, esforzarse, entrenar al máximo cada día y esta premisa vale para cualquier competición. El planteamiento no cambia por la categoría, aunque en el día a día puedas modificar la exigencia de un ejercicio Lo importante es que la exigencia debe ser máxima", dice.
Julio Bernardo / Faro de Vigo
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