Cinco años en el infierno (VIII) Catalá acusado de un delito que no había cometido


Foto: FdV
10 de octubre de 2009. El Albacete visitaba Balaídos con muchas cuentas pendientes, aunque no por parte del club, sino por parte de dos de sus integrantes, con pasado muy reciente en el club vigués: Pepe Murcia y Antonio Notario. El primero, entrenador que lo fue del Celta y que en ese momento lo era del Albacete, parecia tener más cuentas pendientes de lo que se pudiera sospechar. Se encaró con un periodista local en la rueda de prensa al que ya había dejado algún recado en la previa. Posteriormente, durante el partido, sus provocaciones fueron constantes. Otro tanto para Notario, que se había convertido en uno de los ídolos locales durante la temporada anterior y que parecía tener mucho que hablar con los que habían sido sus ex compañeros. 

A muchos había sorprendido, tiempo atrás, la decisión de Eusebio de prescindir de Notario, que estaba haciendo un temporadón, para dar entrada a un Falcón que dejaba aún muchas dudas por su inexperiencia. Esa tarde de octubre empezamos a comprender porqué el meta catalán había desaparecido misteriosamente de las alineaciones. Y parece que uno de sus grandes rivales en el vestuario celtiña era Trashorras, con quién tuvo más que palabras en el campo y también fuera de él. 

Una vez concluído el choque, que terminó con empate a un gol, Pepe Murcia y el propio Notario se enzarzaron en una batalla dialéctica con los jugadores celestes camino del vestuario. La reyerta terminó en más que palabras con Notario y Trashorras llegando a las manos. Por allí pasaba Piñeiro Crespo, un pésimo colegiado asturiano, que recogió en el acta los hechos a su manera. El trencilla confundió a Trashorras con Catalá y adjudicó al zaguero en el acta lo que había hecho el centrocampista de Rábade. Conclusión: 4 partidos de sanción para el bueno de Catalá. 

De nada valieron los posteriores recursos del Celta, que tenía pruebas videográficas con lo que graban las cámaras de seguridad, ni tampoco el testimonio del propio Trashorras, admitiendo que había sido él quién se había peleado por Notario. Catalá tuvo que cumplir su sanción, aunque el Celta logró retrasarla lo suficiente para hacerla coincidir con las eliminatorias coperas del mes de enero con lo que el defensa barcelonés se perdió 2 partidos de Liga y 2 de Copa. Mal menor, aunque a Catalá aquella sanción le costó perder la titularidad por el empuje de Túñez. 

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