Foto: Marta G. Brea |
No anda fino el catalán. De Lucas atraviesa el peor momento de forma de la temporada, justo cuando todo se va a decidir, justo cuando más falta hace. De Lucas jugó un mal partido ante el Barcelona B, fue sustituído al descanso, y empezó desde el banquillo ante el Sabadell. Herrera decidió darle unos minutos en la segunda mitad cuando las fuerzas de Toni parecían flaquear. El veterano futbolista céltico no acabó de entrar en el partido, aportó sus cositas, tiró de experiencia para cortar alguna posible contra de los arlequinados y poco más.
Desacertado con el balón, sin encontrar su sitio en el campo, desubicado y con esa obsesión por irse al centro que tiene cuando las cosas no le salen en banda. Herrera tendrá trabajo por delante para recuperar al mejor De Lucas porque el Celta lo necesita. Lo que da el "22" no lo da ningún jugador en esta plantilla. Es un futbolista único, un lujo en Segunda División. Un futbolista capaz de decidir un partido con un chispazo, el líder de los detalles que vuelcan resultados. Suyo fue el gol que metió al Celta ante el Deportivo, un partido en el que no le estaban saliendo las cosas y en el que pudo haber sido decisivo si una genialidad suya hubiese supuesto el 3-2 para los de Herrera.
Aún estando mal, es necesario, pero en estos últimos partidos ha estado especialmente mal. Toni viene por detrás pisando muy fuerte, los años no perdonan, y los partidos tampoco. Es un gran jugador pero tal vez necesite un descanso... o un empujón anímico que lo revitalice. Sea como sea, con De Lucas a tope el objetivo estará un poquito más cercano.
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