El acoso del Granada a Clos Gómez: sin agua caliente ni internet


Foto: EFE
Este sábado Quique Pina dijo ante los micrófonos de Canal Plus en tono irónico que Clos Gómez "ya se podía ir tranquilo a Zaragoza para que le pusieran un monumento". Todo era una pose. El máximo dirigente del Granada es consciente de que su equipo no perdió contra el Madrid por culpa la actuación arbitral, que no fue determinante en el resultado final del encuentro.

Fuera de las cámaras el señor Pina estuvo deambulando por las entrañas del estadio durante un buen rato con la mirada perdida, los ojos llorosos, muy cerca del vestuario del ábitro, siempre refugiándose en su familia. Pero no estaba enfadado con el árbitro, estaba disgustado con sus jugadores. Repetía una y otra vez: "no tienen cabeza, no saben lo que nos jugamos el finde que viene ,no tienen cabeza" en clara alusión a sus futbolistas.

Lo fácil era cargar contra el árbitro, que no pudo enviar el acta por email porque el Granada desconectó internet, mas allá de quitarle el agua caliente del vestuario. El acta tardó en colgarse porque el colegiado no la firma hasta casi una hora después de abandonar el estadio, si bien es cierto que desde las 00.20 aproximadamente en la Federación ya tenían un borrador (enviado telefónicamente) de lo que finalmente se terminará publicando.

En el campo del Granada no hay ningún tipo de control. Cualquier persona que tenga un poco de interés y cara puede bajar a la zona de vestuarios y pasear por allí. Había seguidores vip, vip por amistad con alguien del club local no por su educación. Esos supuestos vips gritaron al vestuario del árbitro y hacían que aquello pareciera un partido de una liga no europea.

Casi dos horas después de la finalización del partido, el equipo arbitral abandonó el estadio escoltado por dos coches de la policía nacional y aún tuvieron que derrapar para evitar a varios seguidores locales que les intentaron perseguir.

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