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Foto: J. C. C. / lavozdigital.es |
Desde la afición parecen centímetros, Herrera prefiere hablar
de kilómetros, pero lo cierto es que el Celta está cerca, muy cerca de alcanzar
su objetivo. Tras nueve meses de competición, los vigueses se encuentran a tan
sólo tres etapas de la meta y no quieren perder la privilegiada posición que
ostentan en el sprint final. El Valladolid no cede y está exprimiendo al máximo
la fortaleza de un Celta que debe aguantar tres envites más. El trance será
duro, pero merece la pena, pues en el horizonte ya se vislumbra la Primera
División. El antepenúltimo obstáculo será un Xerez que viene de complicar la
vida al líder de la categoría. Serio aviso para los de Herrera, advertidos ya
de que los azulones, pese a no jugarse nada en el choque, no vendrán de turismo
a Vigo. Pese a realizar una temporada discreta, los andaluces cuentan con
mimbres suficientes como para dar un susto en la ciudad olívica. Un susto que,
visto como está el perseguidor de los célticos, podría resultar fatal.
Por segunda jornada
consecutiva, el técnico celeste podrá contar con la totalidad de sus
futbolistas. Todos han sido citados en la convocatoria a la espera de que el
preparador catalán realice dos descartes en las horas previas al partido.
También un David Rodríguez ya recuperado y que finalmente estará disponible
tras someterse a una prueba médica que descartó cualquier tipo de lesión. En
cuanto al once, Herrera prepara los ya anunciados dos o tres cambios de rigor
con la intención de refrescar a sus futbolistas. Además, el elevado número de
jugadores apercibidos de sanción también puede influir en la composición del
equipo inicial, habida cuenta de que el entrenador céltico tratará de evitar
una avalancha de sanciones para las últimas jornadas. Así, Toni y Borja Oubiña
cuentan con muchas posibilidades de recuperar la titularidad en detrimento de
De Lucas y Bustos, mientras que, en principio, el resto del once se mantendrá
inalterable.
Por lo tanto, los
locales saltarán al césped de Balaídos con Sergio en portería; línea de cuatro
en defensa para Hugo Mallo, Oier, Túñez y Roberto Lago; Oubiña y Álex López en
el doble pivote; Toni por la derecha, Bermejo en la mediapunta, Orellana por la
izquierda; y arriba Iago Aspas.
En el otro lado del
rectángulo de juego aguarda un enigmático Xerez. Los andaluces habían sellado
recientemente la salvación con más pena que gloria, pero la última victoria en
Chapín ante el Deportivo parece haber renovado la confianza de un equipo que
quiere terminar la temporada de la mejor manera posible. Su rendimiento es toda
una incógnita, ya que llegan a Vigo sin nada que jugarse más que el honor deportivo.
Íñigo Vélez y Capi causarán baja, pero por lo demás, Vicente Moreno podrá contar
con toda su plantilla. Saldrán de inicio con Toni Lechuga bajo palos; defensa
formada por Campano, Calahorro, Lombán y Mendoza; Rafa García, Cordero, Israel
y Maldonado en el centro del campo; y la dupla Tato-Jose Mari en la delantera.
Arcediano
Monescillo dirigirá un choque de importancia capital para el conjunto local. Tal
y como están las cosas, es posible que el Celta necesite un pleno de victorias
para adquirir el billete directo a Primera División y el más mínimo tropiezo
puede alejarlo para siempre de su objetivo. La dinámica es muy positiva y el
equipo llega pletórico de confianza a este tramo final, pero el fútbol es un
deporte tan traicionero que no conviene fiarse. Los vigueses están a tres
metros bajo el cielo. Esta noche a las 21:45h, pueden estar sólo a dos.
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