Suspenso antes de la suspensión


Foto: Lof
Parece como si todo lo sucedido antes del minuto 59 del Cartagena-Celta ya no existiese. Como es lógico, la suspensión del partido debido a la agresión cometida desde el público hacia uno de los asistentes de Pino Zamorano ha sido el gran acontecimiento del choque. Sin embargo, y dejando todo lo que no sea fútbol a un lado, se puede decir que el Celta estaba suspendiendo antes de la suspensión.
   
Y es que aunque el partido no pudo empezar mejor tras un centro maravilloso de Toni y un remate impecable de Bermejo, el Celta dejó una muy pobre imagen sobre el césped de Cartagonova. Blandito en defensa y sin ideas en ataque, fue superado por un Cartagena muy inocente de cara a portería, pero que consiguió incomodar al equipo vigués hasta el punto de dominarlo y no dejarle desarrollar su fútbol. Se notó sobremanera la baja del sancionado Álex López. Si Oubiña es el timón de este equipo, el ferrolano es la auténtica brújula, y su ausencia se traduce en un equipo espeso, sin el control del juego y muy poco clarividente.
   
En defensa, Oier y Túñez firmaron probablemente su peor encuentro desde que vienen actuando como la pareja de centrales titular. Si por algo destacan es por su contundencia, cualidad que escaseó en la tarde de ayer. Al Celta le costaba un mundo abortar las ofensivas de un Cartagena que se imponía en todos los balones divididos. Unos ataques que, por su parte, vinieron en su totalidad por el flanco izquierdo de los locales, donde Laguardia volvió loco a un Hugo Mallo desconocido. Tampoco estuvo demasiado bien Sergio, quien tras ganarle la partida a Yoel se mostró más inseguro que de costumbre. Sólo la intensidad de Lago y la buena colocación de Oubiña se salvaron en el peor partido en defensa del Celta en mucho tiempo. Con otro rival enfrente, quizás el golazo de Toni Moral no hubiera sido el único en el debe de los vigueses.
   
De la parcela ofensiva tampoco se pueden extraer demasiadas conclusiones positivas. Sí el incansable trabajo de un Bermejo que recuperó el gol y algunos detalles de un Toni que continúa evolucionando. Aspas estuvo algo desaparecido y, como viene siendo habitual, fue el primer sacrificado de Herrera. De Lucas, con el modo desesperante encendido, lo intentó, aunque eligiendo siempre la peor opción. Preocupante es el tema de los uno contra uno, donde esta vez fue el catalán el que se mostró incapaz de hacer gol. Un equipo como el Celta no se puede dedicar a desaprovechar ese tipo de acciones de forma sistemática. David en Huesca, Aspas ante el Villarreal B y De Lucas en Cartagena han matado al muñeco en tres jugadas que deberían haber acabado en gol. Hoy quizás lo pasemos por alto, pero ojalá el día decisivo no nos estemos lamentando por errar una jugada de este estilo.
   
En fin, mal día de un Celta que no encontró su juego en ningún momento ante un equipo casi desahuciado y al que haciendo las cosas bien se le puede y se le debe ganar. Buscando el lado positivo, la suspensión del choque le puede venir bien a un equipo vigués muy flojo en la tarde de ayer. Con otra intensidad defensiva y una mayor chispa en ataque, los vigueses son capaces de llevarse el partido en la media hora restante. Confiemos en que así sea.

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