Primer lleno en Balaídos desde 1999


Foto: FdV
El derbi gallego del domingo se asegura la etiqueta de histórico más allá de lo que suceda en la cancha. El Celta ha colgado el cartel de no hay billetes. Es el primer lleno absoluto que registra Balaídos desde el 25 de noviembre de 1999, fecha del partido de UEFA contra el Benfica. Serán casi 32.000 espectadores, con un número importante de aficionados deportivistas entre ellos. Representantes de las diferentes agencias implicadas se reúnen esta mañana para organizar el dispositivo de seguridad.

Son escasos los llenos literales que se recuerdan en la época moderna del Celta. El concepto se ha empleado de forma holgada. Se sobreentendía que quedaba un número marginal de boletos imposibles de vender por su mala ubicación. En las mejores entradas recientes, ante el Atlético en Copa o ante el Granada en el play off de ascenso, no se sobrepasaron los 25.000 espectadores. Este domingo solo estarán vacíos en el estadio los asientos que algún abonado no ocupe o aquellos en el contorno de la afición visitante, que la reglamentación obliga a emplear como cordón sanitario. Será un lleno en sentido estricto, como aquel del homenaje a Manolo, el gran capitán, y el que se produjo ante el Benfica en el partido de ida de dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA 1999/2000.

Ese choque sirve también como referencia en el ranking de los desplazamientos más nutridos de la afición visitante. Aquella noche 9.000 seguidores portugueses sufrieron en vivo la histórica goleada al conjunto lisboeta (7-0). La derrota fue menor (3-2), pero igual el disgusto de los 8.000 aficionados de la Real Sociedad que acudieron a Balaídos en la penúltima jornada de la temporada 2003/2004. Los donostiarras perdieron el liderato y se despidieron del título, que el Real Madrid certificaría el fin de semana siguiente. El Celta se clasificó para la Liga de Campeones. Pese a la clara distribución de alegrías y tristezas, aquel choque se recuerda por la fraternidad entre ambas hinchadas, condensada en la ovación final a Valery Karpin.

Lejos de esas dos invasiones masivas queda la visita del Celtic de Glasgow el 13 de diciembre de 2002. Casi 3.600 fans, entre escoceses e irlandeses, agotaron las existencias de cerveza de la ciudad antes de ubicarse en Preferencia y festejar el pase de su escuadra a octavos (1-0 en Glasgow, 2-1 en Vigo). La Mareona del Sporting inundó el estadio vigués con 3.400 integrantes el 30 de marzo de 2008. Galopaba el conjunto gijonés hacia Primera División, aunque en Vigo se conformó con el empate.

En este ranking moderno, el desplazamiento del deportivismo ocupará la quinta posición si se cumplen las previsiones. El cálculo se hace difícil. Solo se dan por seguras las 1.700 entradas entregadas por el Celta al Deportivo. En A Coruña hablan de 4.000 viajeros; en Vigo rebajan esa previsión a 2.500. Las demás entradas se han vendido en Balaídos y un millar por internet, servicio que también habrán empleado celtistas de localidades distantes. Los únicos viajes organizados incluyen dos trenes y diez autobuses. Los demás se desplazarán por su cuenta.

Si la cifra de 2.500 deportivistas se cumple, no habrá tanta mezcla de aficionados en las gradas, lo que facilitará el mantenimiento del orden público. El Celta agradece la colaboración que le está prestando el Deportivo en la organización del encuentro. La entidad celeste envía mensajes de concordia. Espera que este derbi marque un punto de inflexión en la relación entre ambas hinchadas. Pero el partido ha sido declarado de alto riesgo y dispondrá del dispositivo de seguridad más importante que se recuerda.

Policía Nacional, Policía Local, Celta y Protección Civil organizarán hoy los detalles de ese entramado. También la Guardia Civil está implicada en la vigilancia de los desplazamientos. Como el encuentro se disputa el domingo a las 12.00 y se espera la presencia de visitantes herculinos desde el sábado, las fuerzas de seguridad ya han previsto reforzar sus turnos del fin de semana. Seguramente contarán con la ayuda de unidades de intervención policial de otras ciudades, como Oviedo o Valladolid.

El Celta y Protección Civil, por su parte, tienen un convenio de colaboración que explotarán al máximo en esta ocasión. Habrá personal de Protección Civil del Val Miñor, Redondela y quizás Pontevedra. Se triplican también los servicios de atención médica y ambulancias. Y el club céltico contratará a un centenar de guardias privados. Todo el mundo espera que ese despliegue, aunque obligado en la previsión, resulte finalmente innecesario.

Armando Álvarez / Faro de Vigo

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