Jota y nueve más


Foto: Ricardo Grobas
Jota ha escrito esta mañana en Barreiro una página que dificilmente olvidaremos. El de A Pobra do Caramiñal logró la gesta de anotar tres goles ante todo un CD Tenerife, y lo hizo después de dormir la pasada noche en Madrid y estar ayer en Cartagena con el primer equipo. Y es que Jota fue llamado por Herrera para completar la relación de 18 convocados que viajaron con el primer equipo a Cartagena, con la idea de regresar lo más pronto posible y estar con sus compañeros del filial. 

No fue fácil, y la travesía aseguraba la dureza de un viaje que podría poner en duda el rendimiento del jugador. Acompañado por Antonio Chaves, director general del club, Jota emprendió camino por carretera desde Cartagena hasta Madrid. Ahí Pino Zamorano echó una mano, ya que la suspensión del partido hizo que el centrocampista pudiese ganar unos minutos vitales para llegar lo antes posible a Madrid, cenar y acto seguido irse a descansar. El día siguiente sería duro. Madrugar, y tomar un avión que le llevaría al aeropuerto de Lavacolla, en Santiago, desde donde tuvieron que tomar otro coche con destino a Barreiro. 

Jota llegó a tiempo para enfrentarse a uno de los gallitos de la categoría, y no pudieron empezar peor las cosas, ya que a los diez minutos el Celta perdía, con un gol en propia meta de Víctor Vázquez, y había sufrido la expulsión de Eric. Fueron minutos duros para el filial, que pudo encajar el segundo, pero entonces emergió la figura de Jota, situado como punta de lanza del ataque vigués, el talentoso jugador comenzó a hacer daño a los blanquiazules, rompiendo sus líneas por su movilidad y descaro, hasta que logró el empate en el minuto 33, para culminar la remontada en el 37 con otro gran gol en el que se mostró letal ante Sergio Aragoneses. 

Pero como todo lo bueno, Jota tenía reservado para el final su joya. Agarró un balón en campo propio y dejó a su paso a cuanto tinerfeño quiso pararlo. Cuando Aragoneses vio que él era el último escollo entre Jota y el gol supo que la sentencia sería firme. Jota no falló y el Celta B lograba una victoria importantísima ante uno de los grandes de la categoría, con diez jugadores y su estrella pernoctando la noche anterior en Madrid después de estar con su equipo en ese partido suspendido por la agresión a un colegiado. 

Cuando el viernes Jota emprendía viaje hacia Cartagena junto a sus compañeros del primer equipo, no se imaginaba ni por asomo el fin de semana que le esperaba por delante. No se imaginaba que sería leyenda. Y es que amigos, Jugón se escribe con Jota. 

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