Cartagena y las teorías de la conspiración


Foto: Lof
El fanatismo es algo tan propio en el fútbol que ya casi lo llegamos a justificar en muchas ocasiones. Comprendemos lo complicado que es escribir sobre fútbol sin que la pasión llegue a obnubilarnos, pero aunque se escriba desde un prisma claramente partidista debe reinar el raciocinio y cierta objetividad, más que nada para ganarse una credibilidad que no se obtendría escribiendo de una forma absolutamente pasional. 

Puedo entender la desesperación de quien se ve al borde de ese pozo que es la Segunda B, y aunque por historia uno esté acostumbrado a vivir en él, debe ser bastante duro verse abocado nuevamente a una categoría que parecía tan lejana no hace mucho cuando el objetivo del Cartagena era el ascenso. Algo así debió pasarle al redactor de Sport Cartagena en un artículo fechado hoy y firmado por "Redacción", esa forma tan interesante, a la que vez que cobarde, de decir lo que se piensa sin que se asocie a ninguna firma. El artículo en cuestión se titula: "La caída del auxiliar de Pino Zamorano, ¿Realidad o Paripé?. 

En él, aparte de hablar de una persecución arbitral contra el Cartagena, personificada en la figura de Pino Zamorano, se defiende de algún modo lo que sucedió. Se alienta e incita a la violencia, seguramente sin pretenderlo, y se pone en duda la honradez del asistente así como del colegiado sin presentar ni una sola prueba que invite a ello. Aunque sin pruebas es fácil acusar a cualquiera. Si repetimos mil veces que fue un avión de papel al final terminará siéndolo. O dicho de otra manera: No dejes que la verdad estropee una buena historia. 

Pero si el artículo nos parece grave, los comentarios son increíbles. Desde Cartagena, algún aficionado despistado parece haber perdido el norte llegando a insinuar que el árbitro se autolesionó en el vestuario solo para perjudicar al Cartagena. Me pongo en la piel del bueno de Escribano, que así se llama el  asistente, pensando en el vestuario que la mejor forma de fastidiar a los albinegros es golpearse la cabeza y luego fingir que le han tirado algo... ¿Alguien se puede llegar a creer eso?  Si alguien se golpea la cabeza solo para fastidiarte, tienes que creerte muy grande y muy importante. 

También hay la teoría, surgida desde Cartagena, de que el árbitro se resbaló y se tropezó con el banderín, lo que le provocó el chichón en la cabeza. No descarto que eso sea cierto, pero si así fuese supongo que las cámaras de seguridad del Estadio, porque las tendrán, habrá guardado la imagen y se sabrá la verdad. Honestamente, creo que desde Cartagena toca un poco de autocrítica y menos culpar siempre a los demás de todas las desgracias que nos suceden. No creo que sean tan importantes, ni ellos ni ningún otro equipo, como para que pino Zamorano o cualquier otro árbitro se invente este paripé. Se pueden equivocar, lo hacen con mucha frecuencia porque arbitrar es difícil y ellos no están finos, pero montar este paripé para perjudicar a un equipo es ir mucho más allá. 

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