Escondidos tras la tapadera de los comentaristas deportivos Sergio Delpont y Manolo Canabal, se esconde el dúo humorístico más gracioso y simpático de toda la historia de la televisión en Galicia. Ni siquiera Mucha y Nucha, las cantareiras de Ardebullo, son capaces de arrancarnos tantas sonrisas como estos dos hombres que cuando se ponen a hablar de fútbol en serio son tronchantes.
Sergio Delpont es un experimentado narrador, especializado en baloncesto, que de un tiempo a esta parte se dedica a narrar fútbol por las tardes de los sábados, a falta de nada mejor que hacer. Manolo Canabal completa ya casi un lustro dedicándose a la narración. En sus tiempos mozos fue un futbolista extraordinario, un goleador impertérrito por el que Lorenzo Sanz llegó a pagar 800 millones de pesetas y llevárselo al Bernabéu. Estábamos ante el nuevo Van Basten, pero en seis meses Canabal dejó el Bernabéu y no volvió a jugar. Su mejor época la vivió en el Málaga, donde al menos estuvo cuatro años, siempre a la sombra de Dely Valdés y Darío Silva. Palabras mayores.
Una vez retirado se abrazó a los micrófonos, donde no para de hacer reír a los gallegos desde hace varios años. Durante la retransmisión del Huesca- Celta, el dúo humorístico de la TVG vivió otra tarde gloriosa. Canabal se vanaglorió de venir avisando desde hace tiempo que esto va mal. Que vale, que hemos estado 13 partidos sin perder con Mario Bermejo de mediapunta, pero es un error ponerlo ahí. Que sí, que Joan Tomás es Maradona, que lo vengo diciendo desde hace mucho tiempo. Que sí, que Herrera puede decir lo que quiera de Aspas pero yo no lo veo tan desastre en la mediapunta. Que los resultados me dan la razón, le faltó decir.
Su compañero de andanzas, el bueno de Delpont, alabó al Celta un minuto antes del gol. "O partido só é do Celta Manolo", y tildó de desastre el encuentro cinco minutos después. Sus diminutivos en castellano se meten al público en el bolsillo. "Picadiiiiita Canabal". Hoy vaticinó al minuto 15 de la segunda mitad que era imposible que el Celta marcase, y tras el gol de Joan Tomás veía "fácil" la remontada. Se pasaron casi toda la segunda mitad diciendo que el Celta debía abrir el juego a la banda, al tiempo que decían que era imposible marcar con un centro ya que nuestros delanteros eran muy bajitos. ¿En qué quedamos?. ¿Queréis que abramos a la banda para entrar haciendo paredes al borde de la línea de fondo?.
Son los mejores haciéndonos reír, aunque, como ese defensa que marca en propia puerta, ellos tampoco quieren hacerlo.
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