Caballero prometió hace siete meses una reforma que no llega


Foto: Marta G. Brea
Abel Caballero dijo antes de las elecciones municipales de mayo de 2011 que ésta iba a ser 'la legislatura de Balaídos'.

Unos meses después, en agosto, el alcalde de Vigo retomó el asunto de la reforma del estadio, pero desde esa fecha no se han vuelto a tener noticias al respecto. Caballero incluso se atrevió a prometer entonces la construcción de un estadio totalmente nuevo en la ubicación actual. 'Estamos empezando a estudiar la forma del nuevo estadio a su ritmo, con cautela y mucha seguridad. No se nos ocure ningún otro lugar, estará en Balaídos porque ése es su nombre', dijo tras una visita a la humanización de las calles adyacentes, en la que Concello invirtió 12 millones de euros.

El alcalde también hizo un llamamiento al resto de instituciones para que colaborasen en la financiación de esta obra, pero siete meses después parece totalmente imposible reunir los más de 100 millones de euros que costaría un proyecto de tal calado.

Se llevan registrando graves deficiencias en Balaídos desde el año 1995 y su reforma ha estado en la agenda de todos los últimos alcaldes de Vigo. En 2001, Horacio Gómez y el nacionalista Lois Pérez Castrillo desbloquearon el proyecto de construcción del estadio, pero un año después Citroën lo rechazó porque alteraría el funcionamiento de su factoría. El último intentó frustrado fue el de Santiago Domínguez en 2010, cuando era teniente de alcalde. Presentó un proyecto con un coste de 123 millones de euros que sólo se acometería si España acogía o bien el Mundial de 2018 o bien el de 2022 y Vigo era elegida como sede. La candidatura española no fue la elegida y Balaídos se quedó como estaba.

Miguel Román / Atlántico Diario 

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