El siete se presenta como el número fetiche del partido con el Numancia. Los vigueses persiguen un doble objetivo con el siete de telón de fondo. Por un lado, igualar por tercera vez en la historia el mejor registro de victorias consecutivas y por otro encadenar el séptimo triunfo consecutivo en casa, algo a lo que el equipo no está nada acostumbrado en los últimos años.
La temporada pasada la mejor racha de Herrera se quedó en los seis triunfos consecutivos conseguidos en el arranque de Liga (entre la jornada dos y la séptima). Entonces fueron desempolvados los dos precedentes de siete triunfos que el equipo vigués consiguió en Segunda División en los ejercicios 04/05 y 81/82 y que fueron un salvoconducto para el ascenso a final de temporada.
Los vigueses llegan al partido con los sorianos avalados por seis triunfos consecutivos, tantos como partidos se han disputado en la segunda vuelta del campeonato. Los de Paco Herrera han ganado de un modo consecutivo a Girona, Murcia, Recreativo, Elche, Almería y Valladolid y ahora quieren igualar el mejor registro añadiendo a la lista al Numancia.
La racha como local
Lo de conseguir siete triunfos consecutivos en casa casi parece una utopía después de los problemas que el equipo ha tenido en Balaídos. Ante el Almería los vigueses cortaron un período de catorce años sin ganar seis partidos consecutivos y ahora quieren acercarse al mejor registro de las tres últimas décadas, cuando los celestes sumaron nueve triunfos consecutivos en los albores de los noventa.
Xosé Ramón Castro / La Voz de Galicia
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