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Foto: La Opinión de Granada |
La historia de desamor entre el Celta y el Granada es ya conocida por todos los aficionados célticos. Los vigueses consiguieron en la ida una exigua ventaja (1-0) en un partido en el que los protagonistas fueron, además del goleador Michu, Iago Aspas y el portero del Granada, el ex céltico Roberto. En la segunda mitad, la bota del moañés impactó en la cara del guardameta. Roberto se marchó a casa con un ojo morado y las iras de los jugadores rivales se centraron en Aspas. 'No van a salir vivos de Granada', dijo Dani Benítez a la conclusión del partido de Balaídos.
En Los Cármenes, el Celta se topó con un ambiente infernal, ya que el club nazarí calentó el encuentro en los días previos. Incluso varios aficionados esperaron a Aspas en el aeropuerto con carteles que decían que se le buscaba 'vivo o muerto'. El conjunto celeste no supo sobreponerse a esta hostilidad y cayó en la tanda de penaltis.
En la siguiente ronda, el Granada se topó con el Elche, al que el club nazarí acusó de marrullero desde el primer momento con la intención de calentar la eliminatoria. Tras el encuentro de ida, que se saldó con empate (0-0) en Los Cármenes, el protagonismo lo asumió el técnico nazarí, el gallego Fabri, que dijo que 'el Elche ha hecho una fiesta de la hostia y no ha ganado nada'. Además, el autobús del conjunto ilicitano fue apedreado como también lo había sido el del Celta y la plantilla perdió el vuelo de regreso.
Estos incidentes provocaron que el partido de vuelta fuese extremadamente caliente. Fabri hizo un corte de mangas al banquillo del Elche cuando el Granada marcó el partido acabó 1-1, resultado que le dio el ascenso a los andaluces y tras el encuentro, Bordalás, técnico del Elche, declaró que 'Fabri es indigno de esta profesión', sellando una enemistad eterna.
Miguel Román / Atlántico Diario
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