Foto: Ricardo García |
En esta ocasión, el técnico catalán no ha tenido problemas en confeccionar la convocatoria. La baja de Aspas por sanción, unida a la de Natxo Insa por enfermedad y a la de Yoel por lesión, deja al preparador celeste con sólo dieciocho futbolistas disponibles. A lo largo de la semana la única duda se ha establecido en la demarcación de delantero centro, donde se contemplan dos opciones diferentes. La primera de ellas, la más natural, pasa por incorporar a David Rodríguez, recambio habitual de Iago Aspas, en el lugar del de Moaña. La segunda, más enrevesada, implicaría desplazar a Mario Bermejo a la punta de ataque e introducir a Joan Tomás como enganche. Sin embargo, la demostrada predilección de Herrera por situar al cántabro en la mediapunta, así como la etiqueta de revulsivo que ha colocado al centrocampista de Girona. El propio Herrera ha confirmado que será David el que ocupe la delantera desde el inicio.
El resto del once no admite dudas. Sergio estará en portería. Hugo Mallo, Oier Sanjurjo, Andrés Túñez y Roberto Lago formarán en línea defensiva. Por delante, Borja Oubiña y Álex López en sala de máquinas. Tres cuartos de campo para De Lucas, Bermejo y Orellana. Y en la finalización, David Rodríguez.
El Almería llega a Vigo subido en una racha espectacular. Al igual que los vigueses, los de Lucas Alcaraz no pierden desde hace ya diez jornadas, sumando un total de seis victorias (las últimas cuatro de manera consecutiva) y cuatro empates. Además de mostrar gran seriedad y seguridad en defensa, son junto a Celta y Deportivo el equipo más goleador de la categoría, gracias especialmente al buen hacer de Ulloa, máximo anotador del campeonato con 18 dianas. Implantado el ADN Alcaraz, se espera que los rojiblancos aguarden al Celta en su guarida, busquen desesperarlos, y terminen por arrasar Balaídos con una tempestad bien del ciclón argentino, bien alguno de sus compañeros de fechorías como Juanma Ortíz, Aleix Vidal o Corona. Todo indica que los andaluces saltarán al césped con el ex-céltico Esteban en portería; Rafita, Carlos García, Acasiete y Jackobsen en defensa; centro del campo para Bernardello, Corona y Soriano; y arriba Aleix Vidal, Juanma Ortíz y Leo Ulloa.
Como se han cansado de repetir muchos integrantes del plantel céltico, el partido no es vital pero sí muy importante. Al margen del goal-average, actualmente a favor de los andaluces (1-0), una victoria del Celta dejaría a los de Lucas Alcaraz a cuatro puntos del ascenso directo, lo que significaría descolgar levemente a un adversario que venía mostrándose muy fuerte en las últimas fechas. Por el contrario, en el plano emocional, el triunfo ante el Almería serviría para comenzar a reenganchar a una afición que, empujoncito del club mediante, parece que está dispuesta a sumarse al carro del ascenso. El Celta repite prueba de fuego, tan complicada o más que la anterior, pero con un escudero a sus espaldas que parece que empieza a salir de la cueva, Balaídos. Pinchar no sería una tragedia, pero vencer supondría un nuevo paso de gigante hacia el cielo.
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