"¿Dónde me siento yo"?


Foto: José Lores 
Rubén tiene varias semanas por delante para convertirse en el debutante más joven de la época moderna del Celta. Cumple 17 años en julio. Iago Bouzón se estrenó con los profesionales en Montjuic al borde de esa misma edad, 16 largos. Jonathan Aspas salió a la luz incluso literamente en el encuentro de vuelta contra el Benfica bien asentado en los 17. De momento, y salvo contratiempo de Sergio, el joven vigués aprovechará la lesión de Yoel para acumular experiencias.

Quiere guarecerlo el Celta de la expectación pública. Aunque ha sido la propia política del club la que lo ha expuesto antes de tiempo. Rubén, cadete por edad, comenzó la temporada en el juvenil, dio el salto al filial y ya entra en la lista del primer equipo. Convencido de sus geniales condiciones, la dirección deportiva le ha limpiado el camino de la generación intermedia que representaba Manu Sotelo. La rotura de fibras de Yoel no entraba en los cálculos, ni siquiera por precaución. Y como el talento de Rubén también le hace sitio en la selección española sub 17, el Celta tendrá que recurrir a la bolsa de arqueros en paro para cubrir el cupo. Torrecilla colabora en la creación de empleo con mayor efectividad que la que se le supone a la reforma laboral.

Rubén oculta entre tanto su desparpajo bajo la cara con la que se presentó en Balaídos, entre asustada e impávida. Estaba más presionado que Sergio durante el calentamiento. Salió después del túnel de vestuarios bajo el alón de Jonathan Vila, que lo apadrina. Será un arquero alto. Ya le sostiene la mirada al de Porriño y aún le falta un estirón. "¿Dónde me siento yo?", pareció preguntarle señalando hacia el banquillo.

Desde ese asiento privilegiado pudo disfrutar del espectáculo que desarrolla Paco Herrera en cada partido. El técnico apacible del día a día se transforma. Se le ha roto la voz a fuerza de puro griterío. Ayer centró las broncas en Álex López, que en algún momento habrá temido que lo persiguiese hasta casa. Pero no. Silbó el árbitro y Paco volvió a su ser bonachón.

Fuente: Armando Álvarez / Faro de Vigo 

1 comments:

jazk69 dijo...

Es táboas no sotelo

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