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Foto: Luis Alguacil |
- ¿Qué balance hace de la primera vuelta de la Liga?
- A nivel de puntos es bueno y en cuanto a sensaciones, igual. En el inicio hubo dudas y luego el equipo fue cogiendo su identidad, que es lo normal con el paso de las jornadas.
- ¿Esperaba que el equipo respondiese así de bien pese a los cambios que hubo en verano?
- Sí, porque al final las cosas van a su sitio. Hay que tener tranquilidad, nos dedicamos a trabajar y a hacer las cosas lo mejor posible y al final estamos donde tiene que estar el equipo por calidad, arriba.
- ¿En qué ha mejorado el Celta a lo largo de los últimos meses?
- Los equipos necesitan tiempo, formarse y asentar las ideas. Con respecto al año pasado, ha habido cambios de jugadores que marcaban un estilo. Había que tener paciencia y esperar a que la gente que vino nueva, que es diferente a la que teníamos el año pasado, y el resto conjuntásemos una idea. Ahora sabemos a lo que jugamos y creo que el Celta ya es reconocible.
- ¿La idea de juego es muy diferente a la del año pasado?
- Es diferente. El año pasado éramos un equipo más de correr, con un pasador muy claro como Trashorras, y jugábamos con dos puntas abiertos. Al defender, robábamos el balón bastante más atrás que este año. Ahora, el planteamiento es diferente y la presión se hace en otras zonas.
- La lucha por el ascenso también ha cambiado. El año pasado, Betis, Rayo y Celta llegaron destacados al final de la primera vuelta y ahora hay ocho equipos en la pelea. ¿Cómo lo ven en el vestuario?
- Tienes que hacer tu camino, ir ganando y posicionarte lo más arriba posible. Con cuantos más equipos pelees, es mejor porque se restan puntos entre ellos. Y, evidentemente, es más bonito que esté todo más apretado, sobre todo para los aficionados. Pero si pensamos en nosotros, en el club, debemos centrarnos en hacer nuestro trabajo.
- El Celta ha mejorado sus números en defensa y los ha empeorado en ataque. ¿Responde a la evolución de la que antes hablaba?
- Estamos defendiendo mejor, todo el equipo, y por momentos no estamos acertando con la portería contraria. En esa serie de partidos que no ganamos ante Deportivo, Hércules y Barcelona B no hicimos las cosas del todo bien en las dos áreas; en Córdoba, tuvimos ocasiones y no marcamos. Pero no creo que el equipo haya variado demasiado en ese sentido con respecto a la primera parte de la temporada.
- Los cinco partidos consecutivos sin encajar tienen mucho mérito. ¿Han cambiado algo en defensa?
- No, antes ya concedíamos muy pocas oportunidades. El Córdoba nos pudo marcar un gol de falta y el Alcoyano también tuvo alguna ocasión, pero somos el equipo que menos ocasiones concede al rival. ¿Que antes acertaban más que ahora los contrarios? Pues sí, llevamos cinco partidos sin encajar y es un indicativo de que haces las cosas bien. Pero también las hicimos contra el Hércules, llegó una vez y marcó.
- El Celta no hizo grandes partidos ante Nástic y Córdoba y, sin embargo, sumó cuatro puntos. ¿Esa capacidad para sumar sin brillar indica las posibilidades del equipo para mantenerse en los primeros puestos de la tabla?
- Hay días en los que el juego no fluye tan bien, a veces por el rival y a veces porque no somos capaces de tener continuidad en el juego. Pero, aun así, el grupo es capaz de aguantar mentalmente y esperar su oportunidad. Hay partidos que debes ganarlos así, sabiendo que no estás bien o que el rival está mejor.
- ¿De los ocho primeros, ve a alguno capacitado para escaparse?
- Creo que no va a haber muchas diferencias. El Deportivo quizás tiene una ligera ventaja con el tema del campo, al tener siempre 25.000 personas ahí metidas, pero creo que nadie se va a escapar. Ningún equipo está demostrando más que el resto, ser superior, aunque el Valladolid me gusta mucho y el Deportivo gana más fácil que el resto en casa, pero fuera le cuesta.
- Mallo dijo que le daba pena que el Deportivo llevase 20.000 personas a Riazor y en Balaídos no hubiese más de 10.000. ¿Usted se ha resignado después de tantos años?
- La realidad desde que bajamos a Segunda es ésa. Estoy súper agradecido a la gente que viene al campo y lo único que podemos hacer es intentar que venga más a través del juego y los resultados. Si no viene, hay que acostumbrarse y jugar con lo que hay. Los dos primeros años después de descender, el ambiente sí que era raro en Balaídos y no era fácil. Ahora, la gente que viene apoya al equipo y sentimos que están detrás.
- Al menos, el equipo ha conseguido mejorar sus números como local.
- La temporada pasada ya hicimos más o menos bien las cosas, pese a que luego tuvimos ese bajón, y este año también. El equipo tiene ganas de jugar en Balaídos, eso es bueno.
- ¿Tienen ese bajón de la temporada pasada en la cabeza, tienen miedo de que les vuelva a pasar?
- No, si no borrásemos las cosas del pasado, no estaríamos aquí. El año pasado el equipo fue capaz de cambiar la mentalidad de tres años duros y consiguió pelear por estar arriba. Ahora seguimos con esa mentalidad. El bajón está ahí, pero no pensamos en ello.
- ¿Está convencido de que el Celta luchará por el ascenso directo hasta el final?
- Espero que sí. La sensación que me deja la primera vuelta es que podemos estar ahí. No hemos sacado buenos resultados contra los equipos de arriba por circunstancias, pero estuvimos muy cerca.
- En lo personal, su rodilla ha dejado de ser protagonista.
- Sabía que con el tiempo las cosas irían a mejor. Poder entrenar te permite subir el nivel y aprovecharte de que el equipo está bien.
- ¿Se siente importante dentro del equipo?
- Como siempre. Este año estoy participando más, que es lo que quiero, pero no me considero más o menos importante por jugar más o menos minutos. Me entreno y hago las cosas lo mejor que puedo para ayudar al equipo y luego es otra persona la que decide. El año pasado no jugaba, pero eso no me restaba autoestima.
- ¿Había olvidado lo que supone jugar cada fin de semana?
- Cuesta acostumbrarse. Después de tantos años sin tener continuidad, cuando vuelves a tenerla siempre se hace más pesado porque el cuerpo lleva mucho tiempo desacostumbrado. Pero lo llevo bien.
- ¿Siente que todavía tiene margen de mejora, físico y futbolístico?
- Supongo que sí, porque la persona nunca deja de mejorar. Incluso empeoras cuando no puedes entrenar. Si en su día no me hubiese lesionado, habría acumulado tres años de entrenamientos y partidos y ahora mismo estaría mucho mejor de lo que estoy ahora. A medida que vayan pasando los meses y los años, espero ser mejor jugador.
- ¿Hay diferencias entre el Oubiña de hoy y el de hace algunos años?
- El fútbol ha cambiado y se nota. Cada vez las cosas son más rápidas. Con respecto a la temporada 2006/07, noto mucha diferencia. Todo va más rápido, hay que jugar con más atención, tienes menos tiempo. Y en Segunda hay menos espacios, pero el fútbol también ha evolucionado. La mayoría de los equipos apuestan por jugar al fútbol, los centrales se abren para jugar la pelota. España y el Barcelona han marcado una pauta y todo el mundo tira por ahí porque ven que es una vía para llegar a ganar.
- Sin embargo, muchos dicen que el nivel del fútbol español, más allá de Madrid y Barça, ha bajado.
- No me meto en si son mejores o peores, pero el fútbol ha cambiado. Todo es más rápido, más difícil, más físico, pero no significa que los equipos sean mejores. En cuanto a la propuesta futbolística en Segunda, antes era difícil ver al sexto o séptimo clasificado abriendo los centrales, tirando los laterales arriba, queriendo sacar el balón jugado… y ahora se ve en muchos conjuntos. Hace poco, eso era algo impensable.
- ¿Pese a que la idea de emular a la selección o al Barça resulte atractiva, no le parece arriesgada para los más modestos?
- No todos los equipos pueden jugar así, pero hay que saber mezclar estilos y qué jugadores tienes. Pero, en general, hay muchos equipos en Segunda que quieren jugar bien: Celta, Deportivo, Valladolid, Córdoba, Girona... El año pasado, el Rayo y el Betis subieron haciendo un fútbol muy bueno.
Borja Barreira / Atlántico Diario
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