El dilema de Herrera en la defensa y el ataque

Foto: Marta G. Brea

La enfermería del Celta se ha vaciado después de que Andrés Túñez recibiese ayer el alta médica. El defensa central pide paso en el once titular tras perderse el partido de Córdoba por una lesión muscular. Paco Herrera se verá obligado a decidir entre el canterano y Catalá para acompañar a Oier en el eje de la zaga en el compromiso de mañana en Girona. Pero no es el único dilema que se le presenta al técnico. En ataque, Iago Aspas busca también la titularidad que perdió a mediados de diciembre por un esguince de tobillo. David Rodríguez aprovechó la ausencia del moañés para situarse de nuevo como máximo goleador del equipo.

Una vez que el Celta quedó eliminado de la Copa del Rey, Herrera recalcó que se habían acabado las rotaciones y que buscaría un once tipo. Desde entonces, las lesiones y las sanciones han impedido al entrenador repetir alineaciones. En algunas posiciones, ese relevo tras normalizarse la situación resulta más complicado por la igualdad que hay entre los candidatos. Es lo que le ocurre al técnico con el puesto de central izquierdo y de delantero centro. Catalá y David Rodríguez fueron los titulares desde el comienzo del curso, pero los canteranos Túñez y Aspas se ganaron ese derecho a base de excelentes actuaciones.

Para el partido de mañana ante el Girona (Montilivi, 18.00 horas), el Celta cuenta con 18 futbolistas de la primera plantilla, puesto que Bustos y Bellvís están sancionados por acumulación de tarjetas amarillas. Nueve de las once piezas del once titular parecen seguras: Yoel, Mallo, Oier, Lago, Oubiña, Alex, De Lucas, Bermejo y Orellana.

Las incógnitas se centran en Túñez o Catalá y en David Rodríguez o Aspas. El zaguero compostelano, que superó una contractura en el glúteo, se siente en condiciones de recuperar el puesto en el eje de la defensa. "No sé que pasa por la cabeza del técnico sobre quién va a jugar. Yo salgo de una lesión. Catalá lo hizo muy bien en Córdoba. Los anteriores partidos los jugué yo y me salieron bien las cosas. El míster lo va a tener difícil para decidir. Me gustaría jugar a mí. Llevaba tanto tiempo entrenando para ser titular que perderme ahora un partido por una lesión es difícil de asimilar. Ojalá pudiera jugar yo en Girona", manifiesta Túñez.

Su compañero David Rodríguez responde con menos claridad sobre sus opciones de continuar en el once. "Lo bueno de este Celta es que tiene dos jugadores por puesto que pueden rendir al mismo nivel, ser titulares los dos. A mí no me preocupa otra cosa que sea entrenar, trabajar, porque es lo que me ha hecho llegar hasta aquí. Y voy a seguir trabajando porque el equipo me necesita y necesita contar con todos. No hay que trabajar por el hecho de si voy a ser titular. Al final hay que pensar en el equipo", apunta el talaverano.

La última palabra la tiene Paco Herrera, mientras Túñez y David Rodríguez coinciden en señalar que en tierras catalanas les espera un rival muy complicado, que necesita puntuar para escapar de los puestos de descenso.

El defensa imagina que mañana se encontrará un adversario parecido al de la semana pasada, presionando la salida del balón de los celestes: "Espero un partido como el Córdoba. Va a ser muy difícil porque el Girona tiene nuevo entrenador y todos los jugadores querrán apretar más. Jugarán de forma parecida al Córdoba o al Alcoyano, en cuanto a la presión que intentará realizar para que no despleguemos nuestro fútbol".

El delantero, por su parte, confía en la capacidad del conjunto vigués, a pesar de los condicionantes del Girona, que ahora dirige Josu Uribe. "Cuando llega un entrenador nuevo la capacidad de concentración y de esfuerzo es mayor, y ellos lo van a tener. Pero nosotros tenemos que saber que si hacemos un partido serio, como nos está pidiendo el míster, disponemos de capacidad y de plantilla para sacar el resultado adelante".

El Celta ha demostrado que domina la situación ante los rivales que ocupan posiciones retrasadas en la clasificación. No ha perdido en los tres últimos encuentros a domicilio: Alcorcón, Alcoyano y Córdoba.

Jaime Conde / Faro de Vigo