En Girona temen a Hernández Hernández


Foto: EFE

Las designaciones arbitrales siempre son polémicas. Conocido el nivel reinante en la categoría, casi todos los equipos tienen una lista de agravios suficientes como  para temer a todos los árbitros de la categoría, aunque algunos son especialmente peligrosos. Uno de ellos es Hernández Hernández, el trencilla encargado de dirigir el Girona- Celta en Montilivi. En Girona no lo ven nada claro y El Punt Avui titula "Un peligro más en Montilivi". 

Y es que por tierras catalanas, el colegiado canario no es recordado precisamente con cariño. El año pasado, cuando el Girona iba embalado en la recta final del curso, tras ganar en Vigo (0-4) y al Xerez (4-2), los de Raúl Agné visitaban Cartagonova con la ilusión de alcanzar los puestos de play-off, pero no pudo continuar su vertiginosa carrera por el ascenso y perdió aquel partido, en gran parte por la actuación de Hernández Hernández que expulsó a cuatro jugadores rojiblancos: Peragón, Migue, Serra y Despotovic, que se fueron a la caseta antes de tiempo.

El daño no solo duró aquel partido que acabarían perdiendo 1-0 sino que habría que sumar dos partidos de sanción a Despotovic, y un penalti en contra, además de anular un gol a Peragón, legal según el diario catalán.  No era la primera vez, ya que tras un partido ante el Salamanca reflejó en el acta que el entrenador gerundense le había insultado y expulsó a Serra, por quien parece tener una querencia especial.

Así las cosas, en Girona prefieren poner la venda antes de la herida, temiéndose lo peor y con mucho en juego en Montilivi, donde los catalanes necesitan una victoria que les de un poco de vida en una lucha muy distinta a la del año pasado. Tampoco el Celta se ha librado de los horrores de Hernández Hernández, un árbitro realmente malo y cubre el cupo de árbitros canarios en Segunda División. El año pasado, ante el Xerez, dio validez a un gol del equipo local a pesar de no haber traspasado completamente la línea de gol. Fue una acción muy polémica en la que dejó seguir el juego en principio y luego terminó parándolo para dar gol. No era y además Iago Aspas había iniciado una contra que podría suponer la victoria para el Celta. Aquellos tres puntos hubieran dejado al Celta en cuarto puesto, el tercero era el Barcelona B, y con el goal-average ganado a todos sus rivales. Quien sabe entonces lo que hubiese pasado en el play-off.

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