Una de esas noches

Foto: EFE

El Celta se juega mañana el pase a los octavos de final de Copa. A priori, da la sensación de que será complicado superar a un equipo que por algo está en Primera División, ocupando además posiciones nobles en la tabla clasificatoria. Los de pochettino se han vuelto a reinventar y ha conseguido formar un bloque competitivo y plagado de jugadores canteranos.

Recuerdo cuando hace dos años nos enfrentamos a Tenerife y Villarreal en sendas rondas de la Copa del Rey. En aquel momento ambos equipos estaban en Primera, así que, también a priori, nosotros eramos la víctima propicatoria, el rival más débil, un equipo asequible al que, salvo sorpresa, debían eliminar canarias y castellonenses. Sin embargo, aquel Celta supo pelear contra la adversidad de militar en una categoría inferior para sacar adelante las eliminatorias. Eliminatorias que siempre recordaremos. Aquel fallo de Yoel que propició el 2-1 del Tenerife en Balaídos, el fallo clamoroso de Arthuro, que se redimiría ante el Villarreal en el partido de ida anotando un gol y mandando callar a la grada, sin olvidarnos, por supuesto, de la lesión de Aarón Ñíguez en Tenerife, de como nos salvó Yoel aquel día, del gol de Danilo, y del penalty sobre Botelho, que no era, y que transformó Trashorras para dar la victoria y el pase al Celta en el Madrigal.

Un mar de recuerdos, eso es la Copa. Una competición en la que todo pasa en muy poco tiempo, pero en la que todo lo que pasa tiene trascendencia y normalmente no hay marcha atrás. Mañana puede ser un gran día, porque tenemos por delante el bello reto de volver a tumbar a un rival superior sobre el papel. En estos tiempos, donde las alegrías no abundan, eso sería, sin duda, un buen regalo de navidades y un gran colofón a un año 2011 que ha sido muy intenso. Hoy tiene que ser una de esas noches.

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