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| Foto: Marta G. Brea |
Después de décadas sin que un portero gallego, y de la cantera celeste, estuviese al frente de la portería viguesa, Yoel Rodríguez (Vigo, 1988) ha asumido ese papel. Su cambio de rol con respecto a la temporada pasada lo ha notado, pero se siente preparado para llevarlo.
-¿Haber estado los dos últimos partidos sin encajar le sirve para refrendarse?
-No pienso tanto en refrendarme como en el bien del equipo. Es importante no encajar porque tenemos gente arriba que siempre hace gol, y cuando no encajas lo normal no es que se produzca un empate sino un resultado a favor nuestro.
-¿Parece que ahora tienen las líneas mucho más juntas?
-Todo ayuda. Cuando se defiende bien a los equipos les cuesta mucho más, igual que a nosotros cuando algún equipo viene a aguantar el resultado o a meterse atrás nos complican. Nosotros cuando no encajamos siempre hemos ganado, y eso todos lo tenemos muy claro.
-Antes de esto le tocó un trabajo muy intenso este año...
-Eso es pasado. Ahora creo que estamos bastante más fuertes atrás. Antes parecía que no nos salían las cosas y que no estábamos tranquilos. Ahora poco a poco creo que se van solucionando.
-¿Desde la portería cómo se ven los problemas que tienen en las acciones de estrategia?
-No nos tenemos que romper mucho la cabeza tampoco cuando las cosas no salen. Somos un equipo que no tiene gente muy alta, y muchas veces nos entran a rematar con gente de 1,90 casi dos metros. No hay que darle vueltas. Hay que coger confianza y decirte a ti mismo que no te van a rematar.
-Pero a usted se le ve gritando mucho a la defensa en estas acciones, ¿qué les dice?
-Intento que la gente tenga confianza. Grito para que me escuchen y que vean que soy el primero que confío. Luego cada uno sabe dónde tiene que colocarse y solo buscó transmitir esa confianza al grupo.
-La temporada pasada acabó jugando pero ahora que ya se ve titular sin ser por las circunstancias, ¿ha notado que la portería del Celta es complicada?
-Ser portero del Celta no te lo regalan: si no sufres, no llegas. Cuando voy a un campus, o me toca estar con los niños en A Madroa, trato de transmitirles que nunca se puede dejar de trabajar y de aprender porque siempre van a conocer algo bueno de alguien.
-¿Siente que todos se fijan ahora mucho más en lo que hace?
-Es normal que cuando juegas se fijen más en ti. Siempre digo que tengo la suerte de tener a mi lado a grandes porteros como Sergio, Rubén, Manu o Matías porque todos dan lo máximo y lo que hace es yo tenga que dar también lo mejor de mi para jugar.
-¿Tiene el Celta portero para rato?
-Esperemos que sí. Soy un chaval joven al que le queda mucho por aprender. Espero estar aquí mucho tiempo y llevar al equipo a lo más alto
-En Villarreal tuvo aquel incidente con Trashorras cuando se recorrió medio campo para recriminarle por un gol. ¿Está olvidado ya todo aquello?
-Por supuesto. Ya después del partido había hablado con él, y le había pedido disculpas. Aún ahora tengo muy buena relación. Estuve con él el otro día en Vigo cuando vino a ver nuestro partido. Son cosas que pasan y ya pedí disculpas en su momento.
-¿Es algo de lo que se aprende?
-Por supuesto. Si por algo me quedé dolido no fue tanto por la gente mayor como por los niños. Son cosas que no deben vivir ni aprender de ello. Me quedé jodido de verdad por la imagen que le di a los niños. A mí me encantan, tengo un hermano pequeño, y me jodería mucho que un niño se fijase o aprendiese de eso.
-¿Este es un rival que se les da especialmente mal?
-Es cierto, pero también vino el Huesca que nos había ganado los tres últimos años y les ganamos con claridad. Cada año, cada equipo y cada partido es un mundo.
-¿Le preocupa el potencial goleador del Villarreal B?
-Son cosas que no tienen que preocuparme. Es cierto que los equipos que tienen gol lo normal es que lleguen con más facilidad pero creo que ahora estamos muy bien en defensa y una cosa tiene que servir para contrarrestar a la otra.
Víctor López / La Voz de Galicia
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