Herrera prepara una revolución


Foto: Ricardo Grobas

Los puntos más flojos del Celta se encuentran en la defensa, que esta temporada se muestra demasiado irregular y vulnerable. Solo así puede explicarse que los tres goles marcados el domingo en Jerez le reportasen únicamente un punto a los celestes. Los errores en la retaguardia están frenando la progresión de los de Herrera, por lo que el técnico busca nuevas fórmulas que corten la hemorragia de goles que lleva encajados su equipo (once) en las ocho primeras jornadas de Liga. Las imprecisiones al defender las jugadas de estrategia, la debilidad en los laterales y la inseguridad en la portería son elementos que precisan una urgente corrección.


Falta de contundencia
Al finalizar el partido en el estadio Chapín, Herrera desvelaba detalles sobre por dónde quiere dirigir el trabajo para mejorar el sistema defensivo del Celta: "No fuimos duros ni contundentes, dimos espacios, y todo eso lo tenemos que rectificar", apuntó el preparador pacense desde tierras andaluzas. La blandura de la zaga celeste no es ninguna novedad. Valga como ejemplo el número de tarjetas que acumulan sus defensas: Bellvís suma dos cartulinas amarillas; Catalá, una; Hugo Mallo, una; Jonathan Vila, dos; Roberto Lago, una; Túñez, una, y Oier, ninguna. En general, el equipo comete muy pocas faltas.

Errores en la estrategia
Una de las mayores preocupaciones de los técnicos del Celta es la dificultad que tiene el equipo para defender las jugadas a balón parado. En lo que va de temporada, los rivales han obtenido cinco goles gracias a esas acciones de estrategia. El Xerez obtuvo así dos de sus tres goles. En el primero, Lombán empuja el balón cerca de la línea de gol después de que pasase por dos compañeros. La pasividad de los celestes para defender ese saque de esquina fue manifiesta, pues se dedicaron a contemplar cómo remataban los jugadores del conjunto azulino. La derrota en Balaídos ante el Las Palmas también se produjo del mismo modo: debido a dos acciones a balón parado. Y el Elche sumó los tres puntos en Vigo en los últimos minutos. Los célticos permitieron que el central ilicitano Pelegrín rematase de cabeza en el corazón del área tras un saque de esquina.

Portería vulnerable
En los ocho primeros partidos de Liga, el Celta solamente ha sido capaz de salir imbatido en uno de ellos. Fue hace quince días en Soria, donde los de Herrera derrotaron 0-2 al Numancia. El resto de compromisos han acabado con algún gol en contra de los celestes., que este año cuentan con Yoel Rodríguez bajo los palos. El joven canterano ha tenido que asumir la titularidad tras la marcha de Ismael Falcón al Hércules. Al guardameta vigués parece pesarle en exceso la responsabilidad. Abusa excesivamente de los despejes y apenas busca los balones aéreos. Su inseguridad se transmite al resto de la defensa. El curso pasado, a estas alturas de la competición, el equipo vigués acumulaba tres tantos menos. Con los once que registra en la actualidad, es el duodécimo equipo más goleado de Segunda.

Espacios para el rival
Otro de los aspectos a mejorar por parte del Celta es el juego por los laterales. Los atacantes del Xerez parecían cuchillos moviéndose sobre mantequilla. El costado peor parado en esta ocasión fue el derecho, por donde Hugo Mallo se vio desbordado una y otra vez hasta que Paco Herrera decidió sentarlo en el banquillo. Tampoco Roberto Lago estuvo acertado y su carril fue una autopista libre de peaje en la primera mitad para los azulinos, que mostraron una mayor punta de velocidad que los celestes.

Un eje poco coordinado
Herrera no ha encontrado este curso una pareja de centrales que se complemente. Vila y Catalá han copado la mayoría de titularidades, pero no han alcanzado el rendimiento de la pasada temporada. Vila ha mostrado mayores problemas para jugar en una posición en la que debutó hace un año. El porriñés no ha encontrado la forma física adecuada y se ha mostrado muy vulnerable, principalmente en las acciones donde se requiere rapidez y anticipación, y en el juego aéreo.

Alternativas
Sergio, Oier, Túñez y Bellvís reclaman mayor protagonismo. El guardameta ha disputado tres partidos. En los dos últimos (Almería y Valladolid) ha transmitido seguridad a la retaguardia, a pesar de que el equipo ha seguido sufriendo en las acciones a balón parado. Oier ha disputado dos partidos seguidos después de recuperarse de una lesión muscular. En su debut en la Copa ofreció una buena imagen como central, pero todo se le volvió en contra en Jerez, donde fue protagonista de dos autogoles. Bellvís, de baja por una contusión en un hombro, ha mostrado oficio para ocupar cualquiera de los dos flancos de la defensa. Herrera tendrá que esperar una semana para recuperarlo. Túñez reclama la titularidad a gritos. El internacional con Venezuela sólo ha disputado un partido de Liga. El técnico renuncia a jugar con dos centrales zurdos, aunque esta condición sí la acepta para los laterales.

Primeros pasos
Herrera reconoce que algunos jugadores necesitan descanso. Vila fue el primero que se quedó en el banquillo. No jugó en la Copa y fue suplente en Jerez. Oier fue la alternativa a la que recurrió el entrenador para refrescar al equipo. La fatiga también le está pasando factura a Mallo, que se saltó la pretemporada para disputar el Mundial sub-20 y ha acudido a varias convocatorias de la selección sub-21. Tanto compromiso internacional y viaje le han impedido alcanzar un buen nivel. Herrera también piensa en dar descanso a Catalá. Tras el partido de Chapín, el equipo celeste necesita una revolución en su defensa.

Jaime Conde (Faro de Vigo )

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