El Celta tiene esta tarde (18:00, Aragón TV) un doble reto. Por un lado, el de lograr su primera victoria en casa y de ese modo, acercarse mucho más a las posiciones de cabeza que a las del descenso, y por otro, recuperar el respeto que muchos rivales han perdid por un estadio, el de Balaídos, que no hace mucho era respetadísimo en el panorama español.
Durante esta semana se ha hablado del Huesca como una de las bestias negras del Celta en los últimos años, concretamente en Balaídos, ya que en el Alcoraz nunca nos han ganado. Sin embargo, cuando pisan el verde césped del Campo de Fragoso, los puntos parecen asegurados para los oscenses. En las tres últimas visitas, los aragoneses se han llevado siempre los tres puntos, lo que ha hecho que ese respeto por un estadio tan emblemático quede en entredicho.
Así lo expresa la prensa aragonesa en el día de hoy, con titulares que no dejan lugar a la duda. El diario Heraldo, titular: "Vigo, el sueño que nunca termina", y se refiere a Balaídos como el "paraíso particular" de los oscenses, aunque reconoce que las estadísticias están "para disfrutar de su rotundidad y nada más".
En una línea similar se muestra el Diario del Alto Aragón, que titula: "El Huesca busca explotar el filón", en el que se destaca los tres empates logrados por el equipo de Quique Hernández en las tres últimas jornadas, que coincide con su llegada al banquillo, y la visita al Balaídos, "su campo talismán". Idéntico adjetivo merece Balaídos para el Diario Marca, en la previa del choque. Un diario que hace dos semanas, cuando la UD Las Palmas venció en Balaídos, definió al Estadio Municipal como "un chollo" para cualquier equipo que lo visite.
A estas alturas de la película, parece que todos los personajes saben cual es el punto débil del protagonista. Lo saben los personajes y también los espectadores, que sufren cada vez que el rival se acerca a la portería de Yoel temiéndose lo peor. El "run run" se instala en la grada y los rivales, lo malos de la película, se aprovechan de esas debilidades. Hoy toca que el guión de un giro inesperado, que cambie las reglas de la película y que de fortaleza al bueno de la película para que esta tenga un final feliz. Urgen los tres puntos, pero aún mucho más recuperar el respeto por Balaídos. Un respeto perdido y que cuesta muchos puntos al equipo de Herrera a lo largo del año. Lo peor que puede pasar es que el equipo visitante no llegue acomplejado a tu estadio. Y, con todos los respetos, el Huesca, una entidad con apenas tres temporadas en la categoría, no puede llegar confiado a un estadio que ha visto 47 años en Primera, seis en UEFA y uno en Champions. Hoy toca recuperar el prestigio y el respeto que nunca debimos perder.
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