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Foto: Alba Villar / Faro de Vigo |
Marián Mouriño concedió una larga entrevista a Faro de Vigo, de la que en su primera parte dejó algún titular bastante interesante. Podéis leer la entrevista completa en este
enlace. La nueva presidenta pidió tiempo, y recordó un poco a su padre prometiendo que los años venideros serán mejores:
“Es un proyecto nuevo en el que quieres marcar un estilo, buscar una estabilidad y eso lleva tiempo. En mis proyectos siempre me voy marcando objetivos pequeños y a corto plazo para llegar a los grandes objetivos que tengo para el Celta. Que la Copa volviese a Balaídos era mi objetivo. Diréis que no es ambicioso pero es que no es el año en el que estamos preparados. Y me da mucha rabia porque es el Centenario, en el que todos quisiéramos disfrutar y tener esas alegrías”, explicó la jerarca celeste, que entendemos ha alcanzado uno de los objetivos para este curso con el partido de Copa en Balaídos.
Uno de los temas estrella de la entrevista, como no podía ser de otra manera, fue la figura de Rafa Benítez: “Apostar por Rafa ha sido una paso de estabilidad. En verano comentamos que era una puesta casi segura, que esto quedaba en unas manos con experiencia, que podía mantener la calma pasasen los torbellinos que pasasen. Al final generas una ilusión, esto es fútbol, y al pasar la eliminatoria con el Valencia todos nos vimos en esa final de Sevilla. De eso se trata, de soñar y de trabajar para ello”, comentó.
Marián Mouriño también dio su opinión sobre los cánticos de Balaídos en contra de Benítez: “Soy obsesiva, en el buen sentido, con el tema de lo que piensa y siente la afición. Me gusta mucho escucharlos, los comprendo perfectamente. Pero es mi responsabilidad transmitir calma y confianza. Si cada vez que la grada grita algo decidimos una cosa u otra, sería un proyecto mucho más inestable. Hemos visto muchas veces cómo a un jugador se le pita en un partido y en otro se le alaba o lo echamos de menos cuando se va. Tienes que escuchar esos gritos, pero no gestionar por ellos. Todos somos conscientes de que no nos ha gustado lo que hemos visto en casa; a mí inclusive, a Rafa, a los jugadores, a la directiva y obviamente a la afición, que es quien levanta la voz y se hace escuchar. Nadie está contento, está claro”.
Sobre el mal juego del equipo, confiesa que ahora toca otra cosa, debido a los resultados: “A todos nos gusta ver a un Celta más alegre y ofensivo. Pero en la situación en la que estamos nos tenemos que centrar en sacar puntos y tratar de estar otro año en Primera. Llegaremos a partidos más bonitos. El proyecto consiste en llegar a tener un equipo competitivo del que todos nos sintamos orgullosos, ganemos o perdamos, pero eso no se consigue ni en un día ni en tres meses”, señaló la presidenta.
Negó que la llegada de Manquillo sea una petición del preparador madrileño: “Sale de este grupo nuevo de scouts que está trabajando en Afouteza todo el día. En esa posición que ellos valoraban que hacía falta reforzar, Manquillo era una buena opción. Se da la coincidencia de que estuvo con Rafa y el mister tiene que avalar cualquier fichaje que venga, pero no es un fichaje que haya recomendado y traído él”, señala.
También negó que se mantenga a Benítez por el alto coste de su despido: “La prioridad siempre será que el Celta esté en Primera División. Nunca haría eso, no dormiría tranquila. Ya vería como liberamos los recursos para poderle pagar. Lo contrario no sería una buena gestión y el club tampoco está en un límite en el que puedan estar otros clubes que no pueden echar al entrenador. Realmente yo quiero estabilidad. Hemos cambiado 16 veces de entrenador. Nos hemos acostumbrado todos a que sea lo primero en los momentos difíciles. Si caemos otra vez en eso… Quiero probar algo diferente”, apunta Marián, quien ve en Benítez la figura ideal para levantar la actual situación:
“Rafa tiene experiencia. Ha pasado por primeras, por segundas, ha descendido con equipos. Sabe lo que es y cómo levantar un vestuario. Yo confío en que él nos ayudará a salir de este bache. Veníamos en una dinámica nueva. La pasada semana contra el Valencia éramos lo mejor y tampoco era verdad. Ni ahora tan horribles. La Real y el Girona son equipos superagresivos. Sé que cuesta en el fútbol, pero hay que mantener la calma”, pide.