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Foto: Agustín Cuevas / Getty Images
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A sus 39 años y todavía activo en el fútbol profesional con el Pachuca de la Liga MX, Gustavo Cabral no olvida su etapa en el Celta de Vigo, club en el que dejó una huella profunda durante sus siete temporadas (2012-2019). El central argentino disputó 229 partidos con la camiseta celeste, anotando 9 goles y convirtiéndose en una figura emblemática para la afición. Hoy, desde México, Cabral sigue siendo un ferviente seguidor del conjunto vigués.
“¡Claro! Cómo no les voy a seguir. Cuando me fui, me saqué la camiseta de jugador pero me puse la de aficionado”, confiesa Cabral en declaraciones a Faro de Vigo. “Mi familia es celtista. Estábamos muy nerviosos en el último partido y con el gol de Iago Aspas nos pusimos todos súper contentos. Como siempre digo, Iago tiene una segunda piel y es la de la camiseta del Celta. Me pone muy contento por él y por todos. Por la ciudad, la afición... Estuve siete años ahí viviéndolo al máximo. Tengo un cariño muy especial”.
La emoción del defensor no es solo por los recuerdos pasados, sino por los logros recientes. Cabral celebró con entusiasmo la clasificación del Celta para la próxima Europa League, sellada con una victoria agónica ante el Getafe en la última jornada de Liga.
Durante su etapa en Balaídos, Cabral fue dirigido por entrenadores de alto perfil que marcaron su carrera. Al ser preguntado por si se considera más cercano al estilo ‘cholista’ —por su paso con Simeone en River y Racing— o al de Luis Enrique, Cabral prefiere una mezcla de ambos. “Me gustaría tener un poco de Luis Enrique a la hora de jugar, por cómo manejaba el grupo, no solamente con los titulares, sino con los que no jugaban. Y eso habla muy bien de él también”, afirma. También recuerda con admiración a Eduardo Berizzo: “De Berizzo me llevaría su capacidad espectacular para manejar el grupo. El éxito que tuvimos el Celta fue por eso. Si en su momento Berizzo te decía ‘tírate a un pozo’, tú te arrojabas sin mirar”, explica Cabral, que aspira a ser entrenador en el futuro.
A pesar de su veteranía, Cabral se mantiene competitivo y con voz de mando dentro del vestuario. “Uno sí se va sintiendo grande para el fútbol. Pero el liderazgo lo sigo teniendo, es algo nato en mí. Me siento bien con 39 años y trato de aportar. Siempre les digo: ‘Exprímanme lo que más puedan, que queda poco ya’”, relata con humor y orgullo. Su debut como profesional fue en diciembre de 2003 con Racing de Avellaneda, en una época muy distinta a la actual. “Hoy hay un 60-70% de jóvenes en los planteles. Antes éramos muy pocos los que subíamos al primer equipo”.
El ‘Sargento’ Cabral, como se le conocía en Vigo, no solo dejó una huella como jugador, sino que también forjó un lazo emocional imborrable con el club y la ciudad. Mientras sigue sumando experiencia en México, ya piensa como un futuro entrenador: “Lo que no me gusta que me hagan a mí como jugador, no lo haré como entrenador”. Esta noche (21:00) se mide al Real Madrid en la segunda jornada de la fase de grupos del Mundial de clubes, con la ilusión de plantar cara al conjunto blanco y dar un paso hacia los octavos de final de la competición.
Ficha de Cabral en Yo Jugué en el Celta
