Javier Manquillo, aún jugador del RC Celta, ha roto su silencio tras una segunda vuelta de la temporada en la que su nombre desapareció por completo de las convocatorias. En una entrevista concedida a
Radio Marca, que recoge
La Voz de Galicia, el lateral derecho explicó su versión de los hechos y fue claro: considera que el técnico celeste, Claudio Giráldez, no actuó con justicia en su caso.
“Estoy muy tranquilo, disfrutando de las vacaciones”, comenzó diciendo el defensor madrileño, antes de entrar en detalle sobre un episodio que marcó el tramo final de su curso. Según cuenta, todo se desencadenó tras una conversación con Giráldez tras un enfado que califica como "normal" y que, en su opinión, se sobredimensionó.
“Fue una discusión como puede haber en cualquier equipo. Me gustaría pensar que aprenderá de esto. Es joven, tiene margen. Se ha hecho mucho ruido para lo poco que fue”, explicó, intentando restar gravedad a un desencuentro que acabó con su exclusión total durante 18 jornadas consecutivas.
"Esperaba jugar y me cabreé"
El futbolista detalla que el origen de la fricción fue una situación puntual tras su recuperación de una lesión. “Volvía de una lesión, teníamos tres partidos en una semana y estaba perfecto. Lógicamente, esperaba tener minutos en alguno, pero no fue así. Me cabreé, como lo haría cualquier jugador”, relata.
Sin embargo, lo que parecía un episodio pasajero tuvo consecuencias inesperadas. “Luego pasó lo que pasó”, resume con tono resignado, aludiendo a la decisión de Giráldez de no volver a contar con él.
Una decisión que le sorprendió
Según Manquillo, la situación se cerró con una conversación directa en la que el técnico le comunicó que no volvería a ser convocado. “Me sorprendió. He visto cosas mucho peores —no mías, de otros compañeros— y nunca pasó nada”, asegura. Aun así, se mantuvo profesional: “Lo respeté. Seguí entrenando como uno más, sin generar problemas”.
Pese a la exclusión deportiva, Manquillo afirma que no fue apartado del grupo y que la relación con sus compañeros se mantuvo intacta. Giráldez, por su parte, siempre manifestó públicamente que todos los jugadores estaban disponibles si rendían al nivel requerido, algo que, en su caso, nunca se tradujo en una nueva convocatoria.
“Si me pilla más joven, habría necesitado ayuda”
El defensor no esconde que la situación fue difícil de gestionar. “Si me pilla más joven, probablemente habría necesitado ayuda. Es duro ir a entrenar sabiendo que no tienes opciones de jugar”, confesó. No obstante, quiso destacar su madurez y profesionalismo: “Intenté afrontarlo de la mejor manera posible”.
"Ojalá le haga mejor entrenador"
Sobre su reflexión de que Giráldez es un técnico joven que aún está en proceso de aprendizaje, Manquillo fue contundente: “Sí, lo mantengo. Es normal que un jugador se enfade por no jugar. Ojalá esta experiencia le sirva para mejorar”.
Finalmente, al ser preguntado si se sintió tratado con justicia, no dudó: “No. Creo que si hubiera sido otro jugador, quizás la situación habría sido distinta”.
