Pese a acumular dos triunfos consecutivos en las últimas fechas, el Celta no puede echar el freno. Ha dejado los deberes para el final y precisa un atracón de puntos a última hora que evite un descenso que hace no demasiado parecía irremediable. Tras regresar de las catacumbas venciendo a Zaragoza y Levante, el ritmo de los de Abel Resino no puede detenerse con la llegada del Athletic. Los celestes están obligados a hacerse fuertes en Balaídos y sumar el que sería su tercer triunfo seguido. Un triunfo que vendría con premio: el equipo abandonaría momentáneamente los puestos de descenso e inyectaría una dosis extra de presión a sus rivales, los cuales no gozan de compromisos sencillos este fin de semana. Asimismo, introduciría en la pelea por la salvación al conjunto bilbaíno, deseoso de finalizar una temporada convulsa tanto en lo deportivo como en lo institucional. Los de Bielsa, brillantes finalistas de Copa del Rey y Europa League la temporada pasada, todavía no han certificado su permanencia y aterrizan en la ciudad olívica dispuestos a evitar problemas futuros.
Para plantar cara a los leones, Abel Resino cuenta con dos bajas importantes. Roberto Lago y Natxo Insa no podrán estar frente al Athletic por sanción, por lo que el técnico toledano deberá modificar el once. El sustituto del lateral será Carlos Bellvís, habitual relevo del de O Calvario. Mientras, Madinda se perfila como acompañante de Oubiña en el doble pivote en la que será su primera gran oportunidad en el fútbol profesional. Además, Resino podrá contar con Iago Aspas, al que el Comité de Competición retiró la cartulina que vio el pasado sábado en el Ciutat de Valencia.
Para plantar cara a los leones, Abel Resino cuenta con dos bajas importantes. Roberto Lago y Natxo Insa no podrán estar frente al Athletic por sanción, por lo que el técnico toledano deberá modificar el once. El sustituto del lateral será Carlos Bellvís, habitual relevo del de O Calvario. Mientras, Madinda se perfila como acompañante de Oubiña en el doble pivote en la que será su primera gran oportunidad en el fútbol profesional. Además, Resino podrá contar con Iago Aspas, al que el Comité de Competición retiró la cartulina que vio el pasado sábado en el Ciutat de Valencia.
Así pues, el Celta
formará de inicio con Javi Varas en la puerta y una línea de cuatro en defensa
con Jonny, Vila, Túñez y Bellvís. Oubiña y Madinda actuarán en el doble pivote,
justo por detrás del tridente compuesto por Augusto Fernández, Álex López y
Michael Krohn-Dehli. Finalmente, en punta de ataque, un Iago Aspas que vuelve a
Balaídos tras casi dos meses sin pisar el césped del vetusto coliseo vigués.
Por su parte, los
bilbaínos encaran el choque con menos urgencias que los celestes, pero
confiados en certificar de una vez por todas la permanencia. La campaña
rojiblanca no está siendo todo lo buena que se esperaba y poco les queda ya
a los de Bielsa más que asegurar la estancia en Primera División una temporada más.
En Vigo no podrán contar con Ander Herrera, uno de sus jugadores franquicia,
que vio el pasado fin de semana su quinta tarjeta amarilla. Una baja importante
para un equipo que en apenas doce meses ha pasado de maravillar a Europa con su
fútbol a jugarse el descenso en las últimas cinco jornadas del campeonato.
No obstante, y pese
al irregular curso firmado, el once vasco produce respeto. Gorka Iraizoz
actuará en portería, custodiado por una defensa de cuatro con Iraola, Ekiza,
San José y Aurtenetxe. Gurpegui formará como pivote defensivo con Iturraspe y
De Marcos como volantes. En fase ofensiva, Susaeta y Muniain ocuparán los
costados, mientras que la referencia, con Fernando Llorente en el
banquillo, será una vez más Aritz Aduriz.
Velasco Carballo,
del colegio madrileño, impartirá justicia esta noche de viernes en Balaídos. Un
estadio que presumiblemente presentará una muy buena entrada –se ha colgado el
cartel de no hay billetes- para alentar a los suyos hacia la tercera victoria
consecutiva. Dos horas antes del pitido inicial, a las 19:00h, hay organizada
una quedada para recibir al equipo en su llegada al estadio. Una nueva muestra
más de que la afición celeste no se rinde, que confía plenamente en la
salvación y que luchará hasta al final por quedarse en Primera. Como bien
apunta Abel Resino, la plantilla debe ponerse a la altura. Y qué mejor manera
de hacerlo que con un nuevo triunfo que dispare las opciones célticas en la
pelea por la salvación. No queda otra. El camino se ha empezado, pero no puede
detenerse ahora. Dos triunfos no bastan. Tres, esta vez, no son multitud.