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Día de las Peñas... sin ellas. Así resumen los peñistas del Celta lo que se vivirá el viernes en Balaídos. A pocos días de un partido importante, dicen, su preocupación, más que el propio choque, es saber si las personas a las que habían gestionado entradas van a poder estar. La Federación de Peñas les anunció el viernes que en el partido frente al Athletic dispondrían de billetes a precios reducidos. No se estipulaba límite de localidades por peña, solo plazo: hasta mañana. El lunes, faltando muchas por reservar, se les hizo saber que no tendrían sitio, pues Tribuna, Río Alto y Río Bajo están agotados -Gol y Preferencia siguen sin venderse- y ayer se colgó el cartel de no hay billetes.
«Quedaban tres días de prazo cando anuncian que non hai máis. Tiñamos máis de 150 reservas, xente que pagara e asumira que ía dispoñer desa entrada, pero que non a vai ter», explica Alejandro Costas, de Centolos Celestes. Ahora, toca hacer trámites para devolver el dinero y escuchar quejas. «Quedas mal con familiares e amigos, repercute en nós sen ter culpa», lamenta.
Lo achacan a la «dejadez y falta de previsión», pues recuerdan que no es la primera vez que ocurre. También insisten en que les falta información, por eso no señalan a nadie. «No sabemos de quién es la culpa; nuestra seguro que no», reflexiona Alberto Baquero, de Siareiros.net. «El club asegura que el 83% de esas entradas han sido para peñas. Que digan cuántas se ha llevado cada una; no salen las cuentas». Aunque cuentan con las que querían al haber hecho el ingreso hace días, les «fastidia» la situación. «Podían haber indicado que la promoción era válida hasta fin de existencias. El estadio nunca se llena y esto era imprevisible para nosotros», dice.
«Queríamos llenar Balaídos»
La Peña Milladoiro de Santiago hizo ayer el ingreso por 60 entradas que no sabe si tendrá. «Deberían haber cerrado los canales de venta hasta que se concretaran nuestras peticiones y se hiciera un reparto en función de las disponibles. Era nuestro día», dice Brais Alonso, presidente de un peña acostumbrada a sufrir las «pocas facilidades» que da el Celta a los aficionados de fuera. «Estamos en el siglo XXI, con Internet esto era fácilmente solucionable», apunta.
Preferencia Celeste consiguió unas 300 de las 400 localidades a las que aspiraban. «No es cierto que no se pusieran límites mientras había entradas, a nosotros llegó un momento en que se nos dijo que ya no más, que había más peñas», dice Tomás Rodríguez. Esta agrupación tiene 35 miembros, como en el resto, la mayoría son abonados que quieren las entradas para otros. «Entenderíamos que se estableciese una proporción en función del número de peñistas, pero es que no se hizo. Nuestra única intención era contribuir a llenar el estadio», recalca.
Ese objetivo lo compartía Irmandiños, otra de las que se han quedado a cero. Tenían 400 reservas. «Es indignante. Lo peor es que el viernes seguro que veremos sitios vacíos», pronostica Álvaro Torras. «Nosotros somos de un escudo, no de jugadores o directivos que van y vienen. Así que, tras este varapalo, ya trabajamos en la quedada del viernes y el viaje a Sevilla», concluye.
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