Giráldez: "No podemos conceder el segundo gol ni el tercero"


Foto: José Manuel Álvarez Rey / Getty Images

Claudio Giráldez, analizó con autocrítica la derrota de su equipo ante el Barcelona por 2-4 en Balaídos. El técnico celeste lamentó especialmente los errores defensivos que, según él, marcaron el desarrollo del encuentro, pese a que el conjunto gallego compitió bien durante gran parte del partido.

“No podemos conceder el segundo gol ni el tercero. Hemos estado muy bien en bloque bajo en muchos momentos, sabiendo que cuando ellos se ponen por delante es muy difícil robarles el balón. Pero no nos puede rematar Lewandowski entre dos centrales nuestros ni dejarnos una última acción donde el balón se pasea por delante del área. Son dos acciones muy corregibles y ahí está la clave del partido”, explicó el técnico, visiblemente molesto por las concesiones en su área.

Giráldez aseguró que su equipo tuvo fases de dominio, sobre todo tras lograr el empate, pero no supo aprovecharlas. “Después del 1-1 tuvimos momentos muy buenos, con ellos incómodos, con muchas pérdidas. Ahí estuvo nuestro momento clave, pero no acertamos. Si nos hubiésemos puesto por delante, el partido habría sido distinto”, lamentó. Además, el entrenador asumió responsabilidad personal por una decisión que, según él, perjudicó al equipo: “Cometo el error de no cambiar a Mingueza. No se encontraba bien por problemas gástricos antes del partido y tenía que haberlo sustituido antes del descanso. Nos ajustó ese pasillo y Rashford nos hizo daño por ese costado.

Sobre el planteamiento inicial, Giráldez explicó que el Celta trató de igualar el dibujo del Barça con una salida de tres para ganar tiempo y generar ventajas por los costados. “Queríamos igualar su 3-4-3 y aprovechar los espacios con Ferran, Pablo y Borja. En la segunda parte planeábamos jugar de cuatro, buscando más amplitud con Bryan y Jones en el uno contra uno”, detalló. A su juicio, el plan funcionó bien durante buena parte del encuentro, aunque el equipo terminó acusando el desgaste físico y la falta de recambios ofensivos. “Nos ha faltado energía, y más que energía, cambios arriba. Teníamos muchas bajas y solo Bryan y Iago podían darnos velocidad y profundidad en la última línea”, reconoció.

El penalti señalado por mano de Marcos fue otro de los momentos determinantes según el técnico vigués, que consideró la acción como un golpe de mala suerte. “Es muy mala suerte. Es un tiro que no entraña peligro y Marcos no tiene intención de hacerse grande. Es una reacción natural. Son situaciones muy grises en el fútbol y hoy nos ha tocado cruz”, comentó. Giráldez también aprovechó para mostrar su extrañeza por una situación reglamentaria ocurrida antes del inicio del encuentro. “Me parece raro que un jugador como Casado, que estaba en el once inicial y fue sustituido por Olmo justo antes del comienzo, no cuente como cambio. Preparas la charla y el plan para unos jugadores concretos, y que eso no compute es extraño a nivel reglamentario.”

Pese a la derrota, el entrenador del Celta quiso quedarse con la actitud del equipo y con la sensación de que los suyos pueden competir contra cualquiera. “Me quedo con la tristeza de la gente y del equipo. Tenemos que asumir que podemos competir de tú a tú con el Barça. Hoy estuvimos cerca, pero para ganarles hay que estar perfectos”, concluyó Giráldez, dejando claro que el Celta seguirá peleando por mejorar sus prestaciones ante los grandes.


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