Con la victoria lograda este domingo, el Celta alcanza los 13 puntos tras encadenar dos triunfos consecutivos como visitante ante Osasuna y Levante. Desde el inicio de la temporada se había insistido en que el conjunto de Claudio Giráldez no había arrancado con la misma fuerza que el curso pasado. Sin embargo, con los tres puntos sumados hoy, el equipo vigués iguala la misma puntuación que tenía a estas alturas de la campaña anterior.
En aquella ocasión, el Celta cerró la jornada en undécima posición, mejor que la que ocupa actualmente, aunque con idéntico botín de puntos, algo que el propio Giráldez destacó con orgullo en su entrevista para DAZN LaLiga. La diferencia radica en el camino recorrido: el curso pasado el equipo acumulaba cuatro victorias, por solo dos en el presente, pero también había perdido seis partidos, mientras que esta temporada únicamente ha caído en dos. A cambio, la cifra de empates se ha disparado: de uno a siete, todos ellos con idéntico resultado (1-1).
La sensación, por tanto, es que este Celta es un equipo más fiable y competitivo que el de hace un año. Entonces, había perdido más de la mitad de los encuentros, aunque se mantenía con 13 puntos en una zona relativamente cómoda, cuatro por encima del descenso, una distancia similar a la que conservará al término de la presente jornada. Aquel conjunto marcaba y encajaba más (17 goles a favor y 20 en contra tras 11 jornadas), mientras que el actual ha anotado 13 y recibido 14. Eso sí, todavía no ha conseguido dejar su portería a cero.
En conclusión, este Celta de Giráldez se muestra como un equipo más conservador y equilibrado: más difícil de vencer, pero también con mayores dificultades para ganar. Ha mejorado en solidez defensiva y en control del juego, aunque a costa de perder pegada ofensiva. El hecho de no haber mantenido la portería imbatida refleja cierta fragilidad puntual, pero en términos generales, el equipo concede menos y transmite una mayor estabilidad que el del pasado curso.
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