Al Celta le urge cerrar un fichaje para el ataque


Foto: Lalo R. Villar / Diario AS

Al Celta se le han ido complicando distintas operaciones en este mercado de fichajes. Bryan Zaragoza y Juan Cruz, que en algún momento se dieron casi por hechos, están ahora más lejos, especialmente en el caso de Zaragoza. El tiempo va pasando y es evidente que en la parcela ofensiva el equipo es más débil que el pasado año.

Queda todavía mucho mercado y hay tiempo, aunque cada vez es  menos, y la situación ideal no es que lleguen con el campeonato ya comenzado, por el lógico proceso de adaptación que necesitan a un sistema tan complejo como el de Claudio Giráldez. No preocupa esto en el caso de Borja Iglesias, que no necesita adaptarse a un sistema y una plantilla que conoce a la perfección, pero sí en el caso de los extremos que lleguen.

En Casa Celta son conscientes de esto y según indica Rafa Valero en Marca, consideran que estos jugadores tienen que llegar "con relativa prontitud", al menos uno de estos fichajes, mientras que consideran que por el segundo refuerzo podrían esperar hasta la segunda quincena de agosto, cuando el mercado ofrece más opciones por la necesidad de los clubes de dar salida a jugadores con los que no cuentan, o a los que desean traspasar en este mercado.

Es decir que el Celta tiene relativa urgencia con estas contrataciones. Hay más optimismo por la posible llegada de Juan Cruz, aunque recordemos que el Leganés tras vender a Diomandé por 20 millones de euros no tiene ningún tipo de urgencia económica, y el hecho de que el 40% del traspaso sea para el Betis convierte esta operación en poco atractiva para la entidad pepinera. Lo de Bryan Zaragoza se da casi por perdido, y más tras el cambio de agencia de representación del jugador, que lo acerca a otros mercados como la Serie A, según filtra el club celeste a la prensa.

Hay otra opción bastante más débil, la de Bryan Gil, que ha sido ofrecido a muchos equipos en un desesperado intento por parte del Tottenham de recuperar parte de la inversión realizada hace cuatro años, cuando pagó 25 millones de euros al Sevilla. La intención del club londinense es obtener entre 15 y 20 millones por el traspaso de un jugador que entra en su último año de contrato. Es ahí tal vez donde el Celta intente exprimir sus opciones en la última quincena de agosto, pero esa idea seguro que se la ha ocurrido también a otros clubes.

La sensación es que los dos fichajes para el ataque, al margen del tercero que será sí o sí Borja Iglesias, serán dos jugadores que hasta ahora no han sonado. El Plan B que siempre manejan los equipos, y que con el paso del tiempo pueden llegar a ser el C o el D.

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