Más fuertes que González Fuertes


Foto: Marta G. Brea / Faro de Vigo

Siempre que el Comité Técnico de Árbitros designa a González Fuertes como árbitro, el celtismo contiene la respiración. Las cifras no engañan; antes de este partido la media de puntos lograda por el conjunto celeste con el colegiado asturiano era de 0,78 puntos por encuentro, y eso que en la estadística están incluidos partidos ante equipos de categoría inferior en Copa.

Hay precedentes más que suficientes para echarse a temblar, y en cada partido nos recuerda lo difícil que es ganar cuando él está en el campo. Como si tuviese alguna cuenta pendiente con el Celta, o como si fuese una terrible concatenación de casualidades que siempre le llevan a tomar la decisión contraria a los intereses del los célticos.

Hoy lo ha vuelto a hacer, con una controvertida decisión al final de la primera parte. El Celta tenía el partido más o menos controlado ante un Sevilla que está penando en la recta final de la temporada. El asturiano señaló penalti de Marcos Alonso, que lo era, y le mostró tarjeta amarilla, pero desde el VAR llamando a filas a González Fuertes para que revisara una posible expulsión, al considerar que era una ocasión manifiesta de gol.

La acción es lo suficientemente dudosa como para no cambiar la decisión. En este tipo de acciones el VAR debería respetar la decisión inicial. Fuese cual fuese, en una acción tan dudosa. El asturiano también es responsable al hacer caso al VAR. No estaba claro que el autopase del jugador sevillista le dejase en ventaja, ni tan siquiera que pudiese llegar antes que Guaita. Dejar a un jugador con uno menos por esa acción es bastante imprudente, pero muy habitual cuando González Fuertes está por medio.

Pero el Celta reaccionó como un equipo grande. Fue a por el gol de la victoria, a pesar de estar con uno menos, y lo encontró en una excelente acción de Fran Beltrán y no menos brillante de Mingueza, que con un gran remate anotó el 2-1. Después Guaita sostuvo al Celta con dos o tres grandes intervenciones, y Borja Iglesias aprovechó el regalo de Gudelj para poner el 3-1.

Pero González Fuertes no había acabado todavía. Empeñado en no romper su estadística con el Celta, descontó 7 minutos. Ojalá todos los colegiados fuesen igual de generosos cuando lo necesita el equipo celeste. Y no contento con esto, permitió que el Sevilla marcase más allá del minuto 97, y aún le permitió otra jugada más antes de señalar el final del encuentro cabizbajo.

Pero este Celta es de otra pasta. Es más fuerte que González Fuertes y que cualquier colegiado. Puede con todo. Seguro que pensando eso se fueron los pupilos de Giráldez a casa. Y eso es lo mejor de esta tarde. Así que, por una vez, muchas gracias González Fuertes.

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