El excéltico Jonny Otto ha sido uno de los grandes protagonistas de la semana tras conocerse que ha sido apartado de la disciplina del Wolverhampton Wanderers, y de que el club anunciase que no jugará con el primer equipo hasta el mes de febrero, abriendo de par en par la puerta de salida al futbolista pensando en el mercado de invierno.
Muchos aficionados del Celta han reclamado que el Celta intente recuperar al futbolista vigués, que abandonó el club celeste en el verano de 2018 tras no aceptar la oferta de renovación ofrecida por el Celta. A Jonny le quedaba un año de contrato y para evitar que se fuese libre al final de la temporada, fue apartado por el Celta para presionarlo a aceptar alguna de las ofertas que tenía. Finalmente aceptó la del Atlético de Madrid, por una cantidad muy inferior a su valor. El club rojiblanco lo cedió a los Wolves, y un año después sería fichado en propiedad por el club británico.
Esta mañana a Rafa Benítez le preguntaron por este futbolista, pero el técnico madrileño no se quiso mojar demasiado: “Para enero todavía quedan muchos partidos, y lo importante es centrarnos en estos partidos y en los jugadores que tenemos. El club está mirando hacia adelante, pero yo me centro más en lo que tengo que hacer ante el Rayo”, sentenció el preparador madrileño.
La llegada de Jonny se antoja bastante complicada. Primero es necesario que el futbolista quiera regresar a Vigo, algo que no está tan claro, y después que pueda encajar en el equipo. El Celta cuenta con dos laterales izquierdos, Manu Sánchez y Ristic, por lo que es una posición cubierta. El canterano ha desarrollado toda su carrera en el carril izquierdo, aunque es diestro y en las categorías inferiores jugaba por la banda derecha. Ahí el Celta cuenta con Kevin y Mingueza, aunque este último está siendo utilizado en posiciones más adelantadas. Ahí tendría una opción, pero después de una década jugando por la izquierda es posible que le cueste readaptarse a esa demarcación.
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