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| Foto: El Norte de Castilla |
El de Carles Pérez fue uno de los fichajes que más ilusionaron a la afición este verano. El catalán no era un fichaje al uso, ya que jugó la pasada temporada en Vigo, pero en aquella ocasión como cedido. Finalizada su etapa como jugador prestado el Celta decidió hacerse con su propiedad pagando más de cinco millones de euros a la Roma.
Se esperaba que el catalán siguiese ofreciendo un buen rendimiento, mejor incluso que el de la pasada temporada, pero las lesiones le están jugando una mala pasada. Entre sus problemas físicos, que le han hecho perderse varios encuentros, y el cambio de sistema de Rafa Benítez, con tres centrales en varios encuentros, le privaron de tener los minutos que tenía el pasado curso.
Y cuando los tuvo tampoco estuvo a la altura. A Carles Pérez le está costando entrar en los planes de Rafa Benítez, y hasta el momento no ha podido demostrar en el campo que es merecedor de tener más oportunidades. Sin embargo esta tarde aprovechó a la perfección el tiempo que estuvo sobre el campo en el partido de Copa disputado en Segovia ante el Turégano.
El extremo anotó dos goles marca de la casa mostrando su clase. No se puede obviar la calidad del rival, muy inferior a los rivales contra los que suele medirse el Celta, pero más allá de eso es evidente que los dos goles anotados por el catalán le vendrán bien para el futuro. Si algo demostró el pasado curso Carles Pérez es que se trata de un futbolista al que el estado de ánimo afecta a su juego, para bien o para mal, por lo tanto estos dos goles pueden ser una excelente noticia para Rafa Benítez y para el equipo.
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