Las Palmas 2 - Celta 1 | El Celta ejerce de Celta en Gran Canaria


Foto: Canarias 7

El Celta ha vivido otro capítulo de la “ilusionante” temporada del centenario. Una vez más con derrota en tiempo de descuento y después de que el equipo contraria remontara un marcador adverso. Douvikas adelantó al Celta, pero en los instantes finales, primero de penalti, y posteriormente en el minuto 96 llegó el gol que daba la victoria a los amarillos. 

Rafa Benítez realizó rotaciones en el tercer partido de este ciclo dejando en el banquillo a Iago Aspas, quizás lo que más sorprendió, además de a Ristic, que dejó su lugar a Manu Sánchez. Carlos Dotor fue el encargado de suplir la baja de Luca de la Torre. 

El preparador madrileño mantuvo la defensa de cinco y su apuesta por esperar atrás al rival. La UD Las Palmas, un equipo que toca bien el balón, manejó bastante la pelota, pero sin generar demasiadas ocasiones de gol, más allá de acciones aisladas. El fútbol brillaba por su ausencia en Gran Canaria, y tras el sopor el Celta asomó la cabeza a partir del ecuador del primer acto. 

El primer aviso fue de Strand Larsen, que tras una acción de Bamba atrapó un rechace e intentó embocarlo usando el bote del balón, que acabó golpeando el larguero. En el minuto 34 el aviso fue más serio ya que el noruego anotó el 0-1, pero tras aviso del VAR el colegiado anuló el tanto por faltita de Douvikas, provocando un enorme enfado en Rafa Benítez. 

En la segunda parte se mantuvo la tónica de partido aburrido, sin excesivas ocasiones. El Celta seguía buscando la espalda de la zaga rival y la encontraba sobre todo con Strand Larsen, que gozó de varias llegadas, una de ellas incluso acabó golpeando la madera. 

García Pimienta dio entrada a Jonathan Viera, que partía desde el banquillo, y el partido cambió. La UD empezó a combinar con más eficacia, pero justamente en ese momento fue cuando el Celta cazó una contra y tras conducir durante bastantes metros, Jonathan Bamba le puso un pase preciso a Douvikas que demostró su condición de Killer. 

Se las prometía muy felices el Celta, que se adelantó en el momento justo de partido, ese instante en el que se ganan los partidos. Entró Iago Aspas al campo e incluso hubo alguna llegada con peligro para matar el partido, pero este equipo ha vuelto a demostrar una vez más su endeblez moral. 

En el minuto 83 Starfelt mide muy mal y derriba a un contrario dentro del área. Penalti que transforma sin problema Viera. A partir de ahí aparecieron los fantasmas del Camp Nou, y de tantos estadios, no solo esta temporada. Un equipo que nos tiene acostumbrados a no saber cerrar los partidos, y una vez más volvió a pasar. Esta vez fue Marc Cardona, y el minuto fue el 96. Otra derrota que nos deja con cara de tontos. Y en puestos de descenso. Otra anécdota.

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