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| Foto: Octavio Passos / Getty Images |
El del lunes no será un partido recordado por el celtismo por el juego del equipo, pero probablemente sí que será recordado en el futuro por ser el primero en el que Miguel Rodríguez partió en el once inicial. Un hito para el redondelano que culmina así un proceso que le ha llevado por distintos equipos de las categorías inferiores hasta llegar al senior por méritos propios.
La trayectoria de Miguel en las categorías inferiores del club está jolanada de grandes cifras. Con el infantil firmó cifras espectaculares, llegando a anotar 9 tantos en un partido contra la Escola Deportiva de Arousa. Posteriormente con el Cadete también se acercó a la treintena en el curso 2017-18. Su salto a categorías superiores no se hizo esperar, y generalmente siempre fue por encima de su edad, debutando con el primer equipo de la mano de Óscar García con apenas 17 años.
Tras este salto vertiginoso tuvo que ganarse una nueva oportunidad con su rendimiento en el filial. 11 goles la pasada temporada y 8 en el presente ejercicio, le convierten en uno de los atacantes más peligrosos de la categoría de bronce, y le han permitido probar de nuevo con el primer equipo. Ante el Sevilla salió unos minutos y encontró el gol, y el pasado lunes demostró que no desentona para nada en la máxima categoría.
Y eso que la disposición táctica de Carvalhal no lo ayudó del todo, jugando quizás más retrasado de lo habitual en el filial, pero si algo demostró Miguel es que la categoría no le queda grande. Sin complejos se enfrentó a Maffeo, uno de los mejores laterales de la categoría, aunque en esta ocasión actuase por el lateral izquierdo, en lugar del diestro que ocupa habitualmente.
En definitiva, Miguel tuvo 45 minutos para demostrar cosas y seguro que Carvalhal tomó buena nota. El portugués dijo al principio que confiaba plenamente en él, que otra cosa podría decir, pero demostró con hechos que era así, y seguro que tras el partido mantiene esa misma sensación. Miguel es el futuro del Celta, esto es un hecho, pero también se va demostrando que puede ser el presente.
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