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| Foto: Fran Santiago / Getty Images |
La jornada 26 de LaLiga, con el parón por los partidos de selecciones en el horizonte, se ha cobrado dos víctimas en el banquillo. El Elche anunció ayer la destitución de Pablo Machín, que llegó al Martínez Valero como solución de urgencia para revertir una situación que parecía irreversible, y que el paso de las jornadas no ha hecho más que confirmar.
Machín no ha podido reflotar al equipo franjiverde, cuya salvación es, ahora mismo, toda una quimera. El Elche cuenta con 13 puntos, a 14 de la salvación, con 36 en juego, teniendo en cuenta que las previsiones apuntan a que este año serán necesarios, como mínimo, 40 puntos para lograr la salvación. Eso supondría que el objetivo sería conseguir 27 de los 36 puntos que quedan en liza. Una utopía a la que se tendrá que enfrentar el nuevo inquilino del banquillo, que de no conseguir ese objetivo, al menos tratará de no ser el equipo con peor puntuación desde que las victorias valen 3 puntos.
La otra víctima, aún no confirmada oficialmente mientras escribimos estas líneas, es Jorge Sampaoli. El técnico argentino debía reconducir al equipo sevillano, empeñado en coquetear con la salvación, pero tras varias semanas no ha conseguido su objetivo, aunque mantiene al equipo vivo en la Europa League, un objetivo que siempre es central, pero que ante el peligro de un posible descenso se ha convertido en secundario.
Pendientes de que se confirme su salida, varios medios apuntan que su sucesor será Mendilíbar, sin equipo después de entrenar la pasada temporada al Deportivo Alavés, también con el objetivo no alcanzado de la permanencia. El miedo atenaza a los futbolistas sevillistas, que no estaban preparados para verse en tales circunstancias.
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