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| Foto: RC Celta |
Cuando Óscar Rodríguez llegó a Vigo se cumplió un objetivo que el Celta perseguía desde hace muchos años. El propio Carlos Mouriño reconoció en el Inside de su fichaje que llevaban años intentando traerlo a Vigo. Las expectativas que generó su llegada eran enormes en el seno del club, pero el rendimiento, al menos hasta la fecha, no está justificando la ilusión que generó su llegada.
A día de hoy sus opciones de seguir en el Celta la próxima temporada son bastante escasas. Llegó para tapar el hueco dejado por Denis Suárez, y a día de hoy no lo ha conseguido, entre otras cosas porque es un futbolista muy diferente al de Salceda. No necesariamente peor, pero desde luego diferente. Ese puesto ha acabado ocupándolo Gabri Veiga, que encaja mucho más en las características que exigía ese puesto para Eduardo Coudet, y parece que con Carvalhal la cosa seguirá siendo parecida.
Óscar Rodríguez juega habitualmente por banda, aunque también ha actuado en posiciones más en interiores. El futbolista manchego destaca especialmente por su llegada y su pegada. Es un futbolista que tiene gol, y sin estar a un gran nivel ya suma 3 tantos en esta campaña, pero el club le pedía algo más, y no lo está encontrando hasta la fecha.
Si a eso unimos que cuenta con una opción de compra muy elevada, cercana a los 10 millones de euros, todo apunta a que el próximo verano regresará a Sevilla, y dejará de ser jugador del Celta. En ese sentido también informó ayer Santi Peón en Deportes Cope Vigo, refiriéndose a la complicada continuidad del manchego en el club celeste.
De todos modos, todavía quedan por delante dos tercios de la temporada, y todo podría cambiar si el futbolista da un giro drástico en su rendimiento, por lo que la percepción del club podría mutar y plantearse realizar una gran inversión por él, o incluso tratar de negociar esa opción de compra con el Sevilla.
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