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| Foto: RC Celta |
El caso de Jørgen Strand Larsen posiblemente sea única en la historia. Debe ser la primera vez que después de invertir 11 millones de euros en un delantero que no marca ni un solo gol en sus seis primeros partidos, éste consigue ganarse el favor de forma unánime de toda la afición.
Seguramente si alguien solo mirase las estadísticas estaría muy sorprendido con este dato. ¿Cómo es posible que la afición idolatre a un delantero que no ha marcado en sus seis primeros partidos?. La respuesta, más allá de largas explicaciones técnicas, se entendería mucho mejor viendo al delantero noruego en acción.
Todo lo que aporta el ariete escandinavo al equipo es incontable. Los espacios que libera para Iago Aspas, la brega durante todo el partido, y que lo hace casi todo bien. Ayer la Real Sociedad solo fue capaz de pararlo de forma ilegal, y seguramente con otro árbitro hubiese sido muy difícil que acabase el partido con once jugadores. Hace dos semanas fue el Betis quien se quedó con diez tras una excelente maniobra de Strand Larsen al borde del área.
Ayer se ganó varias ovaciones en jugadas en las que volvió a dejar de manifiesto que su altura no está reñida con la técnica. Su facilidad para proteger el balón, para ganarse los espacios, y las batallas individuales han enamorado a la afición. Le falta marcar, que es algo muy importante para un delantero, seguramente más para él que para los aficionados, pero no cabe duda de que los goles llegarán, y entonces se unirán a todo el trabajo que hace en pos del equipo y será un delantero casi perfecto.
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