El Celta sigue pendiente de cerrar su plantilla con la incorporación de un delantero centro. Muchos son los nombres que han salido, algunos ya descartados, pero sigue siendo una incógnita la identidad del tercer delantero que acompañe a Iago Aspas y Gonçalo Paciência como delanteros del equipo.
Uno de los nombres que ha sonado con timidez, aunque ha sonado, es el de Maxi Gómez. El delantero uruguayo ya jugó en el Celta entre 2017 y 2019, siendo traspasado al Valencia por unos 30 millones de euros, aunque en la operación se incluyó a Santi Mina, tasado en unos 15 kilos.
El ex del Defensor Sporting no ha rendido en Valencia como lo hizo en Vigo, y está en la rampa de salida para abandonar la entidad ché este verano. Ha tenido ofertas de Turquía, pero parece que su intención no es abandonar una de las grandes ligas. Y en ese horizonte aparece el Celta.
Sin embargo, el charrúa no es la primera opción del Celta. Es una especie de plan B, que puede acabar regresando a Balaídos si no se dan otras operaciones, según informa Faro de Vigo. El Valencia pide por su traspaso unos 10 millones de euros, aunque podría aceptar ofertas inferiores.
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