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| Foto: RC Celta |
Después de varias temporadas en las categorías inferiores del Celta, Diego Pampín puso fin a su etapa en el Celta el pasado jueves, cuando finalizó contrato sin alcanzar un acuerdo para la renovación del mismo. El de Oleiros se despidió de la afición y de los que han sido sus compañeros, con un carta abierta en la que recuerda su paso por el club con cariño y agradecimiento:
“Es difícil decir adiós a una etapa que ha durado casi un tercio de mi vida. Tal vez no sea capaz de expresar y agradecer todo el cariño que sentí desde el principio, pero lo intentaré.
Primero, gracias al club por la oportunidad, por confiar en mi y por hacerse sentir como en casa. Gracias a la afición por sus palabras de apoyo y reconocimiento, sobretodo de este último año.
Llegué siendo un crío y me marcho ocho años después, orgulloso del futbolista y de la persona que mucha de la gente que conocí me ha ayudado a ser. Solo tengo palabras de agradecimiento a aquellos que dedicaron tiempo en mi, que desinteresadamente hicieron el proceso más sencillo; también a aquellos, que sin pedírselo, se quedaron cerca y se convirtieron en amigos para siempre o que, al menos, recordaré allá donde vaya.
Personal del club, gente que seguro no tiene el reconocimiento que merecen, agradeceros cada detalle, cada segundo de trabajo extra, que seguro os he dado. Algún que otro hueso roto, rehabilitaciones, charlas, entrenamientos… lo más duro es dejar personas atrás, pero confío en que yo os hiciera sentir igual que vosotros a mí.
Compañeros, amigos, deseo haberos hecho sentir felices aunque solo fuese una vez. Que disfrutarais conmigo del corto o largo camino juntos, siempre tendréis un colega al que contarle las buenas o las malas noticias, al que llamar para saber cómo estáis o al que, simplemente, saludar un día por la calle cuando coincidamos.
Me voy con la cabeza alta y muy tranquilo, sabiendo que todo lo que dependía de mi lo intenté hacer de la mejor manera posible, porque así me educaron y así lo haré en cualquier etapa de mi vida.
He sido muy feliz y quería hacéroslo saber. Esta pequeña carta es para todos, para quien pueda sentirse identificado; pero también, solo para unos pocos.
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