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| Foto: Alba Villar/Faro de Vigo |
Existía cierta expectación sobre la reacción de la grada tras la semana de juicio de Santi Mina. El delantero vigués fue suplente, algo lógico teniendo en cuenta que se pasó toda la semana fuera de Vigo, pero en la segunda mitad fue necesario su concurso, entrando en el campo a 20 minutos para el final del choque.
En su entrada al campo la reacción de la grada fue similar a cuando se anunció por megafonía su nombre entre los jugadores suplentes. Tímidos silbidos y tímidos aplausos. Nada especialmente reseñable, con la indiferencia por bandera, aunque es evidente que en circunstancias normales su entrada hubiera generado un aluvión de aplausos, ya que es uno de los jugadores más valorados por la afición.
En Casa Celta están muy pendientes de las resolución del juez, que puede dilatarse en el tiempo a la espera de un veredicto. En el club apuestan por la presunción de inocencia del jugador.
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