Celta B 2 - Deportivo 1 | Tres puntos de oro para el filial


Foto: RC Celta

El Celta B logró una importantísima victoria ante el eterno rival de su primer equipo, que le permite recuperar las plazas de promoción de ascenso a Segunda División. Fabricio, en la primera mitad, y Javi Gómez, con un gol soberbio en los últimos minutos, le dieron la victoria al equipo de Onésimo en un partido que tuvo de todo, y que ofreció un gran espectáculo en el terreno de juego por parte de los dos equipos. 

Onésimo alineó de inicio un once formado por Gaizka Campos, Javi Castro, Álex Martín, Carlos Domínguez, Diego Pampín, Carbonell, Holsgrove, Gabri Veiga, Alfon, Miguel Rodríguez y Fabricio. Esperaban su oportunidad en el banquillo Coke Carrillo, Ruly García, Carrique, Ferrarés, Lautaro, Iker Losada, Javi Gómez, Medrano, Cedric y Beitia. 

Empezó  muy bien el Celta, buscando la portería contraria ante un Deportivo excesivamente replegado en el arranque, con tres centrales, y esperando al equipo celeste para salir a la contra. Fue mejor el filial celeste en este tramo de partido, dio un aviso muy serio con una llegada por banda que acabó con un remate de Miguel Rodríguez, que se fue fuera por muy poco. 

Y con esta misma fórmula, centro desde la banda de Javi Castro, llegó el gol cuando tan solo iban 12 minutos. Fabricio se adelantó a su marca y remató a bote pronto haciendo imposible la estirada de Mackay. 

Tras el gol el Deportivo cambió su disposición táctica, regresó a la línea de cuatro defensas, aumentó la presión sobre la salida de balón del Celta B y se hizo con el control del partido, disponiendo de ocasiones más o menos claras para batir a Campos. La primera por medio del excanterano del Celta, Quiles, y la segunda con una incorporación por banda derecha de Aguirre, que se encontró con la respuesta de Campos.

Fueron minutos en los que sufrió el Celta. El Deportivo creció de la mano de Jurgen, un futbolista más que interesante, y quizás mereció mejor resultado al descanso. El propio Quiles tuvo una gran ocasión al borde de los 45 minutos, pero Campos respondió extraordinariamente. También el Celta B metió miedo, especialmente con otra llegada por banda a la que no llegó en buenas condiciones para rematar Fabrizio. Holsgrove, con una excelente maniobra dentro del área para enviar un disparo que tocó la red por la parte exterior. En todo caso, el equipo de Onésimo acogió con agrado la llegada del descanso con ventaja en el marcador, pero con la necesidad de cambiar algo para mantener el resultado en la segunda mitad. 

Pero no fue así. El partido mantuvo la línea de los últimos minutos de la primera mitad, y el gol del empate se veía venir, con acercamientos cada vez más peligrosos por parte del equipo herculino. Además, la fortuna no sonrió al Celta B en este tramo de partido, con varias lesiones de jugadores importantes. 

Primero Diego Pampín, que se tuvo que ir con una lesión preocupante, y después Miguel Rodríguez. El partido empezó a ponerse feo. El Deportivo interpretó que el canterano del Celta estaba perdiendo tiempo y no envió el balón fuera, ni lo devolvió cuando el Celta la echó fuera para que atendiesen al jugador. También se lesionó Fabricio, repitiéndose la misma situación. Onésimo hizo cambios rápido, obligado a consumir todas las ventanas, y el equipo se desordenó. Fue ahí cuando llegó la acción del  penalti cometido por Carlos Domínguez. Penalti claro que no admite discusión, y que fue transformado por Quiles. 

Con empate en el marcador, el Celta B muy tocado físicamente y el Deportivo volcado sobre la portería de Gaizka Campos, las perspectivas no eran demasiado halagüeñas para el filial céltico, pero entonces llegó otro momento que cambió por completo el rumbo del partido cuando Quiles simuló penalti, y fue expulsado al ver la segunda amarilla del partido. 

Con uno más, y gente fresca arriba como Lautaro, Iker Losada o Javi Gómez, el partido cambió radicalmente de escenario. El Deportivo reculó, consciente de la importancia del punto conseguido, que alejaba a un rival directo, y el filial celeste buscó la portería rival, aunque sin mucha profundidad. 

Por fortuna para los locales, Javi Gómez sacó su chistera y regaló un truco de magia a la afición local con un lanzamiento desde el pico del área que se coló por la escuadra de Mackay, llevando el 2-1 al marcador, que ya sería definitivo ante un Deportivo carente de respuesta a la situación del partido. 

Final y tres puntos de oro para el filial en su carrera por el ascenso. Al final del partido se vivieron imágenes lamentables, con enfrentamientos entre los jugadores de ambos equipos -suele pasar cuando pierden los de blanquiazul- y una incomprensible invasión de campo por parte de los aficionados celestes. Lo mejor, lo que se vio en el campo y los tres puntos para el Celta B. 

0 comentarios:

Publicar un comentario